Microsoft se vio obligado a emitir un parche de emergencia para todas las versiones de Windows 11 con el objetivo de solucionar un fallo grave que afectaba la capacidad de los usuarios para reparar sus sistemas operativos.
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El problema surgió con la instalación de la actualización de seguridad de octubre (KB5066835), la cual, de manera involuntaria, deshabilitó la funcionalidad de los dispositivos USB (teclados y ratones) dentro del Entorno de Recuperación de Windows (WinRE), la herramienta esencial que se activa cuando el PC falla al arrancar.
Consecuencia: El sistema de recuperación quedó inutilizado
Según la documentación oficial de Microsoft y reportes como el de NotebookCheck, la pérdida de soporte para dispositivos USB dentro de WinRE significó que:
- Imposibilidad de Navegar: Los usuarios no podían seleccionar ninguna de las opciones de recuperación vitales (como “Reparación de Inicio” o “Restablecer este PC”) si su equipo entraba en modo de recuperación, ya que el ratón y el teclado USB no respondían.
- Impacto Crítico: WinRE es la “red de seguridad” de Windows. El error dejaba a los usuarios sin el soporte de hardware necesario para solucionar problemas de arranque o fallos mayores, a menos que dispusieran de dispositivos PS/2 o Bluetooth.
- Versiones Afectadas: El fallo impactó a las versiones 24H2 y 25H2 de Windows 11, así como a Windows Server 2025.
La solución de emergencia
Microsoft ha reaccionado rápidamente con el lanzamiento de la actualización “fuera de banda” (out-of-band), identificada como KB5070773.
El parche KB5070773 revierte el error y restaura completamente la funcionalidad de los teclados y ratones USB dentro de WinRE.
La actualización se está distribuyendo automáticamente a través de Windows Update. Se recomienda a todos los usuarios de Windows 11 con versiones afectadas que comprueben e instalen este parche de inmediato, ya que garantiza que el sistema de recuperación esté operativo en caso de un fallo inesperado.
El factor Windows 10: Inestabilidad en la fecha límite
Este incidente de inestabilidad en Windows 11 se produce en el momento más inoportuno, ya que Microsoft se encuentra en plena campaña para que millones de usuarios migren antes de que finalice el soporte de Windows 10 en octubre de 2025. La principal herramienta de la compañía para persuadir a los usuarios a actualizar es el argumento de la seguridad: abandonar W10 para adoptar las protecciones avanzadas, como TPM 2.0, de W11. Sin embargo, un fallo tan grave que inutiliza la herramienta de recuperación central de W11 socava directamente este mensaje, haciendo que la migración parezca un intercambio de un riesgo (vulnerabilidades sin parche) por otro (inestabilidad de las actualizaciones).
Esta fricción es especialmente preocupante para aquellos usuarios que han optado por instalar Windows 11 en equipos que no cumplen oficialmente con los requisitos mínimos de hardware. Microsoft ha advertido que las instalaciones forzadas pueden causar problemas de estabilidad y que no se garantiza el soporte. Al fallar un componente esencial de Windows 11 como WinRE, el riesgo se amplifica: si un equipo oficialmente compatible estuvo a punto de quedar inutilizable, uno con hardware al límite se enfrenta a un peligro aún mayor. Este tipo de fallos refuerza la cautela de quienes prefieren la estabilidad conocida de Windows 10 frente a un Windows 11 que, a pesar de sus mejoras de seguridad, sigue demostrando fragilidad en su proceso de actualización.