Sabrosía

“El vino es mucho más que una bebida”: la visión de Pedro Ruiz Aragoneses, líder del grupo Alma Carraovejas

El director ejecutivo e integrante de la segunda generación del proyecto familiar explicó cómo Alma Carraovejas evolucionó de una bodega a un grupo referente en España y defendió el valor cultural del vino

Pedro Ruiz Aragoneses
Pedro Ruiz Aragoneses

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Pedro Ruiz Aragoneses, oficial principal ejecutivo de Alma Carraovejas e integrante de la segunda generación al frente del proyecto vitivinícola familiar, visitó Puerto Rico como parte de una agenda profesional que incluyó encuentros con distribuidores, líderes del sector gastronómico y clientes de la isla. En conversación exclusiva con Metro Puerto Rico, habló con firmeza sobre la identidad del vino como patrimonio cultural.

“El vino tiene algo que nos hace únicos, es mucho más que una bebida. Hablamos de viñedos centenarios, de civilizaciones, de generaciones, de cultura y de historia”, afirmó.

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A pesar de dirigir uno de los grupos más influyentes del vino en España, Ruiz Aragoneses evita el discurso publicitario y habla desde la convicción. Insiste en que el vino no puede entenderse solo desde la perspectiva del negocio, sino desde la conexión con la tierra y las personas. “No se trata solo de elaborar vino, se trata de entender el territorio y respetarlo”, reiteró.

El oficial principal ejecutivo de Alma Carraovejas asegura que cada proyecto del grupo parte de una premisa: autenticidad. “No es lo mismo elaborar vinos en Galicia que en Rioja o en Ribera del Duero. Cuando llegamos a una región, tenemos que entender qué ha pasado históricamente allí, cómo ha influido el clima, qué variedades se han cultivado y cómo conectamos culturalmente con el lugar”, explicó.


Ese rigor territorial se refleja en cada una de las bodegas que hoy forman parte del grupo en distintas denominaciones de origen (DO y DOCa) de España. Para Ruiz Aragoneses, la clave del proyecto no está en la cantidad de bodegas sino en la coherencia entre ellas. “Alma Carraovejas es un conjunto de proyectos singulares. Nos gusta decir que no hacemos vinos, contamos historias”, dijo.

El origen del grupo se remonta a 1987, cuando José María Ruiz, padre del actual director ejecutivo, fundó la bodega Pago de Carraovejas en la DO Ribera del Duero. Lo que comenzó como un sueño familiar se transformó, décadas después, en un proyecto empresarial de referencia. “Cuando llegué a la empresa en 2007, éramos 20 personas. Hoy, somos más de 200. Esto no es mi sueño ni el sueño de mi familia; es un sueño común compartido”, afirmó.

Una decisión marcó la evolución del grupo en 2015: abandonar la clasificación tradicional de crianza y reserva para centrarse en vinos de parcela. “Tomamos la decisión de dejar de elaborar bajo el concepto de crianza y reserva para centrarnos en vinos de origen, con identidad y sentido”, explicó.

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Desde entonces, Alma Carraovejas ha integrado proyectos singulares en distintas regiones vitivinícolas de España, siempre bajo un mismo criterio: autenticidad. “Crecemos, pero no por crecer. Solo sumamos proyectos que tengan verdad, historia y alma”, subrayó.

España en el mapa mundial del vino

España es uno de los grandes productores mundiales de vino. Para Ruiz Aragoneses, su diferenciación está en las variedades de alta calidad que se producen en sus tierras. “Destacaría del mundo del vino en España la riqueza varietal y paisajística que tenemos. Hoy, se están elaborando vinos increíbles en muchos lugares del país”, afirmó.

Cata de vino
Pedro Ruiz Aragoneses Pedro Ruiz Aragoneses, CEO de Alma Carraovejas, durante su visita a Puerto Rico. (Suministrada)

Para este, el progreso de las últimas décadas ha sido notable. “Lo que España ha evolucionado en el mundo del vino en los últimos 30 o 40 años ha sido impresionante”, dijo. Sin embargo, considera que ahora el reto es otro: comunicar valor y construir identidad regional sin para competir con grandes referentes como Francia o Italia. “Tenemos que creernos lo que somos”, afirmó.

Aunque España produce vinos de altísima calidad, Ruiz Aragoneses reconoce que aún no están posicionados como productos de alto valor en todos los mercados internacionales. “Tenemos vinos con una calidad muy alta y con un precio muy asequible cuando se compara con otros mercados. Pero eso, más que un valor, es un reto que tenemos por delante”, advirtió.

El problema, explicó, es que competir solo en precio es insostenible. “Cuando algo es bueno, tiene que tener un valor adecuado y un precio adecuado. Creo que los vinos españoles deberían estar en precios superiores en el mercado internacional”, sostuvo.

Latinoamérica y el Caribe: puentes y oportunidades

Ruiz Aragoneses destacó también la importancia que tiene Puerto Rico en su proyección internacional. “Puerto Rico es un mercado importantísimo para nosotros desde hace ya muchos años. Aquí sentimos un cariño especial por lo que hacemos”, aseguró precisamente luego de compartir una cata con importantes dueños de restaurantes en nuestro archipiélago.

Dentro de la exportación, señaló que el 20 % de su distribución está fuera de España, con un peso relevante en el Caribe y Latinoamérica. Entre los mercados clave, mencionó Puerto Rico, República Dominicana y México, subrayando que la relación con la región es cultural además de comercial. “Llegas aquí y te sientes en casa. Hay una conexión maravillosa”, agregó.

Cambio climático: adaptación y responsabilidad

El director ejecutivo no evitó el tema más urgente para el vino hoy: el cambio climático. “Sin duda, es el gran reto que tenemos por delante”, expresó sin titubeos. Explicó que Alma Carraovejas lleva más de 15 años investigando cómo adaptarse. “Empezamos a estudiar, en 2008, el primer proyecto de investigación con otras bodegas. Hemos cambiado orientaciones, aumentado la altitud de plantación y ajustado la poda para equilibrar la maduración”, detalló.

A su juicio, el impacto ya es visible en la viña. “Los que estamos en la viña lo estamos viendo. La temperatura media ha aumentado y cada vez vemos condiciones más extremas”, señaló. Su postura no es alarmista, sino estratégica. “No podemos vivir de espaldas a la tecnología. Hay que respetar la naturaleza, acompañarla y aprender de ella”, sostuvo.

La innovación, para Ruiz Aragoneses, no se basa en modas tecnológicas ni en buscar impacto comercial rápido, sino en una visión de largo plazo. “La innovación no tiene que ver con buscar atajos ni mejorar procesos solo para producir más rápido. Tiene que ver con pensar diferente, cuestionarse cosas e intentar hacerlas de otra manera sin perder la esencia”, puntualizó. Explicó que el grupo ha invertido en investigación en viñedo y bodega no para cambiar la tradición, sino para comprenderla mejor.

Esa mirada integral también explica el origen de Ambivium, el restaurante del grupo ubicado en la propia bodega Pago de Carraovejas y reconocido con una Estrella Michelin y Estrella Verde por sostenibilidad gastronómica. “Venimos de la hostelería. Forma parte de nuestro ADN. Ambivium nace de la inquietud de contar historias también a través de la cocina”, explicó. Aunque suele evitar definiciones rotundas, reconoce que Ambivium se ha convertido en un eje emocional del proyecto. “Ambivium no es un restaurante que quiera impresionar. Es un lugar para pensar y vivir el vino con calma. Buscamos que la gente se emocione, que se vaya con una memoria”, dijo. El restaurante, cuya carta supera las 5,000 referencias de vino, se ha convertido en un punto de encuentro entre territorios, productores y narrativas del paisaje.

La filosofía del grupo puede resumirse en una idea: producir con propósito. La suya no es una carrera de expansión, sino un proyecto construido desde la autenticidad territorial, el respeto a la viticultura y la búsqueda constante de significado.

La cata

Vinos de España
Vinos Alma Carrovejas La cata destacó etiquetas de Pago de Carraovejas, Ossian y Milsetentayseis, entre otras. En Puerto Rico, Alma Carraovejas es distribuida por V. Suárez. (Suministrada)

Selección de vinos presentada por Alma Carraovejas en Puerto Rico

Pago de Carraovejas 2021 – Ribera del Duero DO - 93 % Tempranillo, 4 % Cabernet Sauvignon, 3 % Merlot. Vino insignia del proyecto, equilibrio entre fruta y estructura, fiel al perfil de Ribera del Duero.

Ossian 2020 – Castilla y León Vino de Pueblo (Nieva)- 100 % Verdejo de viñas viejas prefiloxéricas, cultivo ecológico. Blancos profundos con identidad mineral.

Quintaluna 2022 – Castilla y León- 100 % Verdejo procedente de viñedos jóvenes y viejos en suelos arenosos, frescura y carácter varietal.

Milsetentayseis Tinto 2019 – Ribera del Duero DO (Fuentenebro) – 100 % Tinto Fino de viñedos de altura sobre suelos de cuarzo y micas graníticas. Precisión y elegancia.

Milsetentayseis Blanco 2020 – Ribera del Duero DO (Fuentenebro) – Albillo Mayor de parcelas en altitud. Blanco delicado, de baja intervención y expresión austera.

Emilio Rojo 2020 – Ribeiro DO – Blend de viñedo histórico de parcelas en Leiro con variedades autóctonas (mayoritariamente Treixadura). Pureza atlántica.

Viña Meín 2021 – Ribeiro DO – Treixadura dominante con pequeñas proporciones de otras variedades tradicionales del Ribeiro. Perfil floral y salino.

Aiurri 2021 – Rioja Alavesa, DOCa Rioja – 93 % Tempranillo, 7 % Viura de viñedos tradicionales. Crianza precisa, perfil fino de Rioja Alavesa.

30.000 Maravedíes 2021 – Vinos de Madrid DO (Sierra de Gredos)– Garnacha de suelos graníticos, perfil fresco con largo final y tanino delicado.

Pico Garnacha 2020 – Vinos de Madrid DO (Sierra de Gredos)– 100 % Garnacha de altitud, selección de parcelas. Profundidad y expresión del viñedo serrano.

Cuesta de las Liebres 2019 – Ribera del Duero DO– 100 % Tinto Fino. Vino de parcela icónico, concentración y tensión, elaborado solo en añadas excepcionales.

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