En un espacio con luces tenues, madera cálida y un ambiente acogedor, el reconocido bartender Jorge Buch logró trasladar su barra —nacida en Caimito— al corazón urbano, sin perder su esencia.
Colmena Bar llegó a Santurce con el alma intacta de Caimito, ese ritmo pausado donde la conversación fluye sin mirar el celular ni estar pendiente al reloj.
PUBLICIDAD
“Colmena es el lugar donde nos reunimos: ideas, amigos, bartenders invitados. Quería un concepto conectado a las abejas y a la sustentabilidad, pero es más bien para recordar que juntos hacemos algo mejor”, describió en entrevista con Sabrosia.PR

El nombre surgió en un momento cotidiano, pero simbólico. “Estaba haciendo compras y vi un frasco de miel que decía Karma. Pensé: la gente asocia el karma con lo malo, pero también regresa lo bueno. Ese pensamiento me acompañó”, contó Buch, mientras servía uno de los cócteles más representativos de su barra: el Karma 2.0. Su mezcla de ginebra, miel, jengibre, limón, polen y una flor eléctrica que despierta los sentidos captura el espíritu del lugar: vibrante.
“Es un cóctel vivo, que te mueve. Y la idea es que parte de sus ventas apoyen proyectos apícolas. Es nuestra forma de agradecerle a la naturaleza lo que nos da”, añadió.
En Colmena, cada bebida tiene historia. “Para mí, los cócteles no son solo tragos; son relatos que se beben”, afirmó Buch.
De ahí surge Verde que te quiero verde, inspirado en el poema de Federico García Lorca. “Celebra lo fresco, lo que crece, lo que respira. Lleva vodka, absenta, licor de génépy, jugo de lima clarificado y una tintura de clorofila. Es transparente, brillante, como si Lorca se sirviera en copa”, describió. El toque final —una hoja skeleton— convierte el cóctel en una pequeña obra de arte.
PUBLICIDAD
La poesía líquida continúa con El Cucubano, elaborado con bourbon, crème de cacao, lima, salvia y shrub de tamarindo, recuerda las luces diminutas que aún parpadean en la montaña. El Bili Martini combina vodka, bilí de quenepa, pepinillo y dry vermouth en una versión elegante de lo caribeño. Y el Santurce Way, con ron de naranja, maraschino, lima y carambola, es un tributo a la vida citadina: luminosa, moderna y alegre.

Pero Colmena no es solo una barra; es también cocina con alma. En esa parte del proyecto, Buch no camina solo. Lo acompaña su cuñado y mano derecha, Francisco Rodríguez, quien hoy lidera la cocina. “Franc es mi apoyo total ahí adentro”, admitió el mixólogo. “Él traduce en el plato lo que yo imagino en la copa”.
Juntos han diseñado un menú para compartir que, como los cócteles, se disfruta sin apuro. Las croquetas de carne ahumada con bechamel, servidas sobre jalea de tocineta y bourbon, resumen la esencia del campo: dulzor, humo y textura. “La carne viene de Naranjito, de mi amigo Beno, un maestro del ahumado. No hay que tocarla mucho; tiene tanto sabor que habla sola”, explicó Buch.

El ceviche de pescado con chips de malanga ofrece un balance de acidez y frescura gracias a su leche de tigre con lima, china, piña y limón. Y el sándwich de queso fundido —inspirado en un grilled cheese clásico— combina gouda, muenster y havarti con aceite de trufa y mostaza de miel de la casa.
Para quienes buscan platos más contundentes, ofrecen las costillas de cerdo con rub caribeño y salsa BBQ casera, y el churrasco con pastrami rub acompañado de mofongo de plátano verde y tocineta. “Si algo nos define es que la mesa se queda chica”, dijo Buch sonriendo.
Mudarse a Santurce fue una evolución natural. “En Caimito empezamos en un chinchorro con un billar que no cabía por la puerta”, recordó con humor. “Aprendí a querer ese caos lindo. Pero aquí se nos abrió la posibilidad de crecer sin perder la voz”.

El nuevo local conserva esa nostalgia: fotos del antiguo Colmena, la carretera 842 y hasta la historia de La Pantera de Caimito decoran las paredes. En el primer nivel, con salón comedor y barra, se conversa y se disfruta entre mesas bajitas de una deliciosa propuesta gastronómica; arriba, un segundo nivel con otra barra, salón con mesas altas y balcón sirve de escenario para catas, exhibiciones y eventos privados. “Arriba quiero que la vibra sea más libre, más música, más arte. Me gusta que Colmena sea también un punto de encuentro para colaboraciones”, afirmó.
El lugar establecido en calle Casimiro Figueroa #653 en San Juan, abre de martes a sábado, de 5:00 p.m. a 1:00 a.m., con la cocina activa hasta las 11:00 p.m.
Buch estrenará en noviembre un nuevo menú de comida y coctelería, fiel a la filosofía que lo ha guiado desde el primer día: evolución sin perder la esencia original.
“Respeto la palabra bartender porque así nací, pero lo que me mueve es la hospitalidad. Que la gente brinde, coma bien y se sienta parte de la colmena. Si eso pasa, todo lo demás llega solo”, puntualizó.
Redes sociales e información de contacto:
Facebook e Instagram: colmenabar
- Casimiro Figueroa #653, San Juan, Puerto Rico
- (787) 619-4621
- info@colmenabar.com