El presidente del Partido Popular Democrático (PPD), David Bernier, fue el único de los candidatos a la gobernación que aceptó una invitación del obispo de la Iglesia Metodista de Puerto Rico, Juan Vera, para visitar la comunidad Villa del Sol en Toa Baja.
Desde allí, Bernier se comprometió, hoy, a no solo ayudar a esta comunidad a lograr obtener los permisos para la construcción de sus viviendas y el acceso a agua potable y servicio de electricidad, sino que dijo que replicaría el modelo organizativo y de autogestión de esta población en otras comunidades del país como Villa Cañona en Loíza.
“Esta comunidad ya tiene un proyecto de vivienda sencilla, por modulo, que se puede construir en un periodo de tiempo corto y con poca inversión de recursos. Ese es un modelo que se puede replicar, y también el compromiso de la comunidad de que a en un periodo de tiempo razonable, poder costear ellos mismos con su esfuerzo la vivienda”, apuntó.
Según Bernier, su gobierno será uno que facilitará que las dependencias del gobierno le transfieran competencias a las comunidades organizadas y con ellos los recursos necesarios para cumplir con las necesidades. Puso de ejemplo, las comunidades que han desarrollado y administran acueductos comunitarios.
Además, dijo que establecerá dentro del gobierno la figura del gestor, quienes velarán porque se le dé continuidad a los proyectos comunitarios. La idea es que el gobierno sea un facilitador, ya sea en aspectos de permisos como en la obtención de financiamiento.
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En esa misma línea, el candidato a comisionado residente en Washington por el PPD, Héctor Ferrer, sostuvo que desde su posición asistirá a las comunidades en el desarrollo de propuestas para solicitar fondos federales disponibles para comunidades en desventaja.
De hecho, Vera, manifestó que lleva a cabo un esfuerzo para solicitar fondos a entidades privadas e iglesias en Estados Unidos para levantar un pote inicial de 15,000 dólares con el que se pueda financiar la construcción de las primeras viviendas en Villa del Sol.
La comunidad de Villa del Sol adquirió notoriedad desde el 2007 cuando el gobierno central inició gestiones para desalojar a los residentes que habían invadido los terrenos y construido viviendas. La pugna recrudeció el pasado cuatrienio cuando en medio del desalojo hubo denuncias de agresiones en contra de los residentes.
Durante la rueda de prensa, Vera, informó que actualmente 60 familias residen en la comunidad mientras las restantes 160 familias viven en otros lugares de forma arrendada y albergan la esperanza de volver a lugar ubicado cerca del barrio Ingenio.
De acuerdo al profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Elliot Martínez, están en un proceso de revisión de los planos del proyecto de vivienda con el objetivo de cumplir con nuevos requerimientos para lograr obtener los permisos necesarios.