El suministro de chips para computadoras en Estados Unidos ha caído a niveles alarmantemente bajos, lo que hace prever el cierre de fábricas, informó el martes el Departamento de Comercio.
Las empresas que usan semiconductores tienen menos de cinco días de inventario, una fuerte caída frente a los 40 días en 2019, según una encuesta del departamento a 150 empresas. Los chips utilizados en la producción de automóviles y dispositivos médicos son especialmente escasos.
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La demanda de microprocesadores aumentó 17% el año pasado en comparación con el nivel de 2019, agregó el departamento.
Citando los resultados, el gobierno del presidente Joe Biden pidió al Congreso aprobar un proyecto de ley que proporcionaría 52.000 millones de dólares para la producción nacional de chips.
“La cadena de suministro de semiconductores sigue siendo frágil y es esencial que el Congreso apruebe la financiación de chips lo antes posible”, afirmó en un comunicado la secretaria de Comercio, Gina Raimondo. “Con la demanda vertiginosa y la plena utilización de las instalaciones de fabricación existentes, está claro que la única solución para resolver esta crisis a largo plazo es reconstruir nuestras capacidades de fabricación nacionales”.
La escasez de chips ha interrumpido la producción de automóviles y elevado los precios de los vehículos, lo que contribuyó significativamente a un aumento interanual del 7% en los precios al consumidor el mes pasado, la inflación más alta en cuatro décadas. Aun así, las fábricas de semiconductores tardan años en empezar a funcionar.