La temporada de exhibición del Nacimiento creado por el Dr. Francisco del Río Ferrer en su oficina en la Calle Progreso del centro urbano de Morovis iniciará mañana, viernes.
Esta tradición navideña atrae público de todo Puerto Rico por su recreación del nacimiento del Niño Jesús, en varias versiones, la tradicional hebrea, versión jíbara puertorriqueña y versión barroca napolitana.
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Particularmente llamativo es el nacimiento jíbaro, que recrea el Morovis de la década del 40 del siglo pasado, que contiene figuras históricas, como la del Padre Sorolla, quien iba a caballo a los barrios más lejanos del pueblo para atender a su feligresía.
Para la alcaldesa de Morovis, Carmen Maldonado, “esta es una oportunidad única, donde todos pueden apreciar más de dos mil figuras delicadamente trabajadas, que sumadas a las luces y ornamentos, compite con los mejores trabajos artesanales belenísticos del mundo”.
El encendido del Nacimiento de Morovis se realizará a las 7:00 de la noche con una ceremonia dedicada al actual párroco, P. Jesús Monreal Pujante.
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Natural de Rivera de Molina en Murcia, España, el P. Jesús llegó a Morovis en el 1974 como párroco y prior de la parroquia Nuestra Señora del Carmen. Miembro de la Orden Carmelita, laboró también en Ciales y República Dominicana, donde fundó un seminario. Fue además Comisario de las Antillas de dicha orden religiosa y hace algunos años celebró el cincuentenario de su ordenación sacerdotal.
A los participantes del evento se les solicitará el uso estricto de mascarillas a los presentes, así como el distanciamiento físico. En cada atardecer navideño, y con las frías brisas de la montaña, en el Nacimiento de Morovis se activa un sistema computadorizado que ilumina los montajes de manera automática hasta la medianoche, para el disfrute de todos los visitantes. Como en años anteriores, dicha exhibición estará disponible hasta después del Día de Reyes del 2022.
Cuenta la historia que fue San Francisco de Asís quien le dio origen y popularizó la idea de representar el nacimiento de Jesús. Cuando san Francisco visitó Roma en 1223, pidió al papa Honorio III el permiso para hacer una representación escénica del nacimiento del niño Dios. El Papa escuchó contento los detalles del proyecto y lo aprobó. San Francisco habló con su amigo Giovanni Velita, le contó su idea de hacer allí un “pesebre vivo”, y juntos lo prepararon todo en secreto, para la víspera de Navidad.
Con la expansión de la iglesia Católica en América, el continente adoptó esta tradición. Los hogares se fueron adornando con pequeñas figuras en barro, yeso y otros materiales. Actualmente para los expertos y apasionados en el tema, las figuras antiguas del pesebre son consideradas como objetos de colección muy valiosas, como las que el Dr. del Río Ferrer realiza todos los años en Morovis.
