Rusia reportó el viernes un nuevo récord de muertes diarias a causa del coronavirus mientras las autoridades esperaban frenar los contagios manteniendo a la mayor parte de la población lejos de sus puestos de trabajo.
El equipo de trabajo gubernamental contra el COVID-19 confirmó 1.163 decesos en las últimas 24 horas, el peor dato diario desde el inicio de la pandemia. Con estas, el total de muertes a causa del virus se eleva a 236.220, la cifra más alta, con mucho, de todo el continente.
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El equipo de trabajo cuenta solamente las muertes causadas directamente por el virus. El servicio estatal de estadísticas Rosstat, que emplea un criterio más amplio para contar las muertes de COVID-19, difundió cifras mucho más altas el viernes,
Rosstat contó 44.265 muertes en setiembre causadas directamente por el virus p en que éste fue una de las causas. Por lo tanto, la cifra total de muertes desde el inicio de la pandemia sería de 461 mil al fin de setiembre, casi el doble de lo que reporta el equipo del gobierno.
Cualquiera de las dos cifras coloca a Rusia entre las naciones más afectadas por la pandemia.
En un intento por contener la propagación, el presidente, Vladimir Putin, ordenó una semana no laborable entre el 30 de octubre y el 7 de noviembre en la que la mayoría de las organizaciones gubernamentales y empresas privadas cerrarán. Además animó a las regiones más afectadas a comenzar antes, y algunas aplicaron la medida a principios de semana.
En Moscú, el paro comenzó el jueves: la mayoría de las tiendas, escuelas infantiles y colegios, gimnasios y locales de ocio cerraron y los restaurantes y cafés podrán funcionar solo para pedidos o entregas a domicilio. Las tiendas de alimentación, farmacias y empresas que operen infraestructuras clave seguirán funcionando.
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El acceso a museos, teatros, salas de conciertos y otros recintos se limitará a quienes puedan mostrar códigos digitales en su celular que indiquen que están vacunados o se han recuperado del COVID-19, una medida que se mantendrá tras el 7 de noviembre. Además se ordenó que las personas mayores de 60 años que no están vacunadas se queden en sus casas.
Las infecciones diarias confirmadas se incrementaron en 39.849 personas, algo por debajo del récord histórico de la víspera. Las autoridades rusas esperan que el receso ayude a limitar los contagios al mantener a la gente fuera de las oficinas y del transporte público, aunque muchos rusos intentaron aprovechar el tiempo libre para irse de vacaciones a la costa del sur del país o a Egipto y Turquía, dos destinos populares.
El gobierno ha atribuido el aumento de las infecciones y muertes a la lenta campaña de vacunación. Sólo unos 51 millones de rusos, algo más de un tercio de los casi 146 millones de habitantes del país, habían completado la pauta de vacunación hasta el viernes.
Rusia fue el primer país del mundo en autorizar una vacuna contra el coronavirus, la Sputnik V, en agosto de 2020, y tiene reservas en abundancia. Pero el escepticismo generalizado, atribuido a las señales contradictorias de las autoridades, ha frenado su aceptación.