Un hombre de 39 años en el estado de Nevada, Estados Unidos, fue víctima fatal de los efectos del COVID-19. Minutos antes de morir, Michael Freedy expresó a su familia estar arrepentido por no haberse vacunado contra el virus.
Según reportó el HuffPost, la prometida del hombre identificada como Jessica DuPreez, expresó estar desconsolada por la pérdida de su pareja con quien compartía cinco hijos.
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“No puedes decir que eres muy joven, que no te afectará, porque lo hará (el COVID-19)”, dijo DuPreez.
La mujer narró que ambos querían esperar un año desde la fecha en que la vacuna se hizo disponible al público para aplicársela y “ver como afectaba a las personas”.
“Nunca hubo una intención de no vacunarnos”, agregó al medio.
Freedy se habría contagiado durante unas vacaciones en San Diego con su familia.
Estudios médicos demostraron que sufrió de una neumonía en ambos pulmones, y tuvo que ser conectado a un ventilador.
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El último mensaje que el hombre envió a su prometida fue: “Debí ponerme la maldita vacuna”.
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