Miles de personas, con mascarillas y sometidas a pruebas de detección del coronavirus, abarrotaron un recinto de París para asistir el sábado a un concierto. Fue parte de un experimento de salud pública que busca preparar a Francia para que pueda realizar eventos multitudinarios de nuevo.
El espectáculo en la Arena AccorHotels en el oriente de París corría a cargo de la banda de rock francesa de la década de 1980 Indochine y del DJ Etienne de Crecy. Pero la atención de las autoridades estaba en los asistentes.
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La autoridad que supervisa los hospitales públicos de París ayudó a organizar el evento para determinar si es seguro permitir que 5.000 personas con mascarillas bailen juntas en un foro de conciertos sin mantener distanciamiento social.
Entrada gratis a cambio de tres exámenes
Los asistentes veían el espectáculo gratis, pero bajo la condición de hacerse tres pruebas diagnósticas del virus, dos antes y una después del concierto. Para reducir aún más el riesgo, los organizadores sólo permitieron el ingreso de personas de entre 18 y 45 años, sin padecimientos de salud subyacentes, según la autoridad hospitalaria.
Francia no organiza conciertos de este tipo desde principios de 2020.
Los foros culturales están prácticamente cerrados desde hace 14 meses, cuando las autoridades buscaron contener los brotes de infecciones de COVID-19 que llegaron a saturar los hospitales y que provocaron más de 109.000 muertes.
Las tasas de hospitalización y la cifra de casos confirmados en Francia se redujeron continuamente en semanas recientes conforme aumentan las vacunaciones.
Recientemente se han realizado pruebas similares para conciertos en otros países europeos, como España, Holanda y Gran Bretaña.
