El gobernador Pedro Pierluisi dio a entender que apoyaría legislación en contra de las llamadas terapias de conversión, al asegurar que “siempre” se ha opuesto a esta práctica que busca alterar la identidad u orientación sexual de personas que no cumplen con las expectativas sociales de heteronormatividad.
“Incluyendo el lenguaje de nuestra propia Constitución, yo estoy en contra de las (terapias) de conversión. Esa ha sido mi posición consistentemente y no ha cambiado. Tendré que ver lo que pasa en el proceso legislativo y si llega una medida a mi despacho estoy adelantando algo que ya es de conocimiento público, que yo estoy en contra de que se lleven a cabo (terapias) de conversión en Puerto Rico”, manifestó Pierluisi esta tarde en una rueda de prensa.
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Al momento, la Legislatura tiene bajo consideración el Proyecto del Senado 184, que ha recibido el repudio de sectores conservadores, como la senadora del Proyecto Dignidad, Joanne Rodríguez Veve, que sostienen que una prohibición a esta práctica atenta contra el derecho de los padres a educar a sus hijos.
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Otros senadores, incluyendo algunos de la mayoría del Partido Popular Democrático, han indicado públicamente que no hay evidencia de que las terapias de conversión se lleven a cabo en Puerto Rico, pese a los múltiples relatos que han trascendido de las consecuencias dañinas sobre personas que han sido víctimas de sus efectos.
“Todo lo que vaya en detrimento de la salud física y mental del ser humano, el Departamento de Salud tiene que estar en contra”, añadió el secretario designado de la agencia, Carlos Mellado.
Durante el cuatrienio pasado, la exsenadora Zoé Laboy presentó una medida que igualmente buscaba prohibir las terapias de conversión, pero la mayoría legislativa novoprogresista no le dio paso. Históricamente, los grupos religiosos conservadores han sido el principal sector en oposición a la prohibición de esta práctica.