Organizaciones y grupos comprometidos con el quehacer agrícola denunciaron el alegado manejo inadecuado de los fondos REGROW.
Según dijeron, el “Fideicomiso de Ciencias y Tecnología, institución privada que podría facturar hasta 35% en gastos administrativos, junto al Departamento de la Vivienda decidieron dar prioridad a los negocios y no a la producción agrícola de fincas de ingresos limitados”.
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Requisitos relacionados a la titularidad de las fincas, así como a los ingresos y capacidad tecnológica de las empresas habrían impedido que la asistencia llegue a las familias agricultoras de menos recursos económicos.
Esto afecta, según reclamaron, a más de la mitad de las fincas activas. Estas se ubican en la zona central y montañosa de la Isla y apenas generan un ingreso anual de $10 mil dólares. Los grupos exigieron al Departamento de la Vivienda enmendar inmediatamente el contrato con el Fideicomiso y revisar las guías y los criterios del programa para garantizar el acceso equitativo a estos fondos.
Este programa, realizado con fondos CDBG-DR para la recuperación del huracán María, supone estar orientado a aumentar la producción de comida y aumentar la seguridad alimentaria de Puerto Rico. Se trata de unos $92.5 millones que podrían servir para garantizar comida para el pueblo, particularmente ante desastres.
“El impacto de María fue devastador para los y las pequeñas agricultoras que perdieron sus cosechas e implementos agrícolas así como, en muchos casos, sus casas”, afirmó Josie Pagán de la Asociación AGRO-MUJER. Esta añadió que “Muchos agricultores colgaron los guantes pero muchos más continúan batallando, con el compromiso de seguir produciendo alimentos sanos y frescos del país para sus familias y comunidades”.
Los grupos denunciaron que el Fideicomiso no ha realizado actividades de alcance comunitario fuera del área metropolitana y recomendaron que este programa sea administrado por agencias públicas y organizaciones comunitarias experimentadas en el tema.
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“Lo que está sucediendo con el programa Regrow no es una excepción. En la última década hemos sido testigo de cómo el Gobierno ha otorgado millones de fondos y cientos de cuerdas a grandes agro-empresas mientras reduce partidas y elimina programas que benefician a los pequeños agricultores, los principales motores de la agricultura del país. Así se enriquecen algunos, se empobrecen nuestras fincas y ponemos en riesgo la comida de todas las familias que viven en Puerto Rico”, afirmó Marissa Reyes de la organización Boricuá de Agricultura Ecológica de Puerto Rico.
Por su parte, Roberto Silva portavoz del Congreso de Pescadores , expresó “ la gran mayoría de los pescadores no han recibido ninguna ayuda post María y las Guías del Programa Regrow han sido excluyente en el lenguaje pues no se menciona a los pescadores ni al sector propiamente”.