El número de estadounidenses que solicitó ayuda económica por desempleo aumentó la semana pasada a 861.000, evidencia de que los despidos se mantienen dolorosamente al alza pese a un marcado declive en la cantidad de casos de coronavirus.
En la última semana se sumaron 13.000 solicitudes de trabajadores despedidos, indicó el Departamento del Trabajo el jueves. Antes que el virus estallara en Estados Unidos en marzo del año pasado, las solicitudes semanales de ayuda por desempleo nunca había llegado a las 700.000, ni siquiera durante la crisis financiera de 2008-2009.
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El mercado laboral se ha estancado al tiempo que los empleadores han agregado apenas 49.000 empleos en enero después de un marcado despido de trabajadores en diciembre. Cerca de 10 millones de empleos continúan perdidos a causa de la pandemia. Si bien el índice de desocupación disminuyó el mes pasado de 6,7%, a 6,3%, se debió en parte a que algunas personas dejaron de buscar trabajo. La población que no busca empleo no es contada como desempleada.
Las solicitudes fraudulentas podrían elevar el total. La semana pasada, las autoridades de Ohio reportaron un enorme incremento de solicitudes e indicaron que habían separado cerca de la mitad para someterlas a una revisión más detallada ante la preocupación de que fueran falsas.
El reporte del jueves mostró que un total de 18,3 millones de personas estaban recibiendo ayuda económica por desempleo hasta el 30 de enero, menos de las 19,7 millones de la semana previa. Aproximadamente el 75% de ellas reciben cheques de programas federales, incluyendo dos programas de ayuda ampliados que brindan ayuda a los desempleados más allá de las 26 semanas cubiertas por los programas de la mayoría de los estados.
El presidente Joe Biden ha propuesto extender ambos programas hasta agosto como parte de su paquete de 1,9 billones de dólares actualmente en manos del Congreso.
