El candidato demócrata Joe Biden lanzó el jueves un proyecto de amplia reforma de los poderes regulatorios y de gasto del gobierno federal para apuntalar a las empresas fabriles y tecnológicas estadounidenses, que se prevé será el eje de su campaña presidencial en los próximos meses.
Biden propuso para los próximos cuatro años aumentar en 400.000 millones de dólares las compras gubernamentales de bienes y servicios producidos en Estados Unidos, así como en 300.000 millones la investigación y desarrollo en el sector de tecnología nacional. Otras propuestas a anunciar próximamente incluyen fortalecer las leyes actuales creadas para estimular la compra de bienes y servicios estadounidenses.
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Un esbozo de la propuesta dado a conocer por la campaña de Biden resalta sus promesas de fortalecer los derechos de negociación de contratos colectivos de los trabajadores y anular exenciones tributarias de los republicanos para compañías estadounidenses que trasladan producción al exterior.
“Será la mayor movilización de inversiones públicas en adquisición, infraestructura e investigación y desarrollo desde la Segunda Guerra Mundial”, le dijo el asesor Jake Sullivan a The Associated Press. La campaña prometió que Biden va a requerir esas gestiones en los mercados nacionales antes de negociar cualquier acuerdo comercial internacional.
El exvicepresidente presentará las propuestas en una planta metalúrgica en Dunmore, Pensilvania. Es el primero en una serie de discursos que Biden planea en los que centrará sus ataques al presidente Donald Trump en la economía. Es un área política que el republicano consideró una ventaja antes de que la pandemia de coronavirus frenase la actividad de consumo y enviase el desempleo a niveles no vistos desde la Gran Depresión.
El énfasis inicial en manufactura y políticas laborales no es coincidencia: Biden quiere aprovechar sus lazos sindicales y reiterar sus argumentos de que puede recuperar el respaldo de los votantes de clase trabajadora que fueron factor en la victoria sorpresiva de Trump hace cuatro años.
Biden continuará en las semanas próximas con un plan de energía para combatir la crisis climática y un tercer paquete que la campaña llama “la economía de empatía”, centrado en hacer más asequible el cuidado a niños y ancianos para que no sean un impedimento para los estadounidenses en edad de trabajo. Miembros de la campaña de Biden dijeron a la prensa que todas las políticas apuntarán a la recuperación inmediata del país de los estragos de la pandemia y responder a las desigualdades sistémicas que según Biden “salen a la luz” gracias al movimiento de protesta contra el racismo en el país.
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