Una votación que allanó el camino para que el mandatario ruso Vladimir Putin continúe en el gobierno hasta 2036 fue una “victoria pírrica” que solo erosionará el apoyo y la legitimidad del presidente, dijo la oposición.
Putin agradeció el “apoyo y confianza” de los votantes y reiteró un mensaje que es característico de sus campañas electorales.
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“Necesitamos estabilidad interna y tiempo para reforzar el país, todas sus instituciones”, dijo Putin, de 67 años, en una declaración televisada.
Según las autoridades electorales, el 78% de los votantes aprobaron las enmiendas constitucionales en siete días de votación que finalizaron el miércoles. Se estimó en 68% la participación electoral en todo el vasto país.
La enmienda que permite a Putin postularse para dos sexenios más a partir de 2024 fue parte de un paquete que también proscribe el matrimonio entre personas del mismo sexo, menciona la “creencia en Dios como valor medular” y destaca la primacía de la ley rusa sobre las normas internacionales. Los votantes solo podían votar a favor o en contra de todo el paquete.
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El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que el resultado fue “un referendo triunfal sobre la confianza en el presidente Putin”.
Los detractores dijeron que los resultados estaban amañados y no reflejaban cómo ha disminuido el entusiasmo por un presidente otrora popular.
“Rusia ha establecido un récord de falsificación de votos”, dijo el político opositor Alexei Navalny en un mensaje por Facebook. “El resultado anunciado no tiene absolutamente nada que ver con la opinión del pueblo”.
Putin gozaba en mayo de una tasa de aprobación de 59%, de acuerdo con el Centro Levada, la encuestadora independiente más importante del país. Es la más baja en dos décadas y está en descenso desde hace cinco años al aumentar el desencanto por la caída del nivel de vida.
Los detractores mencionaron las denuncias de presión sobre los votantes y otras irregularidades, así como la falta de transparencia y control independiente de la votación que, dicen, contamina su validez.
“Putin está debilitado porque obtener esta votación requirió un esfuerzo tan grande, y para colmo ilegal”, dijo la analista política independiente Masha Lipman.
Sin embargo, sostuvo que Putin difícilmente caerá del poder en un futuro previsible.
“Putin se ha debilitado, pero sigue siendo de lejos el hombre más poderoso del país”, dijo Lipman. “Sigue a cargo”.
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