El estado de Nueva York termina con su peor semana respecto a las muertes causadas por el brote del nuevo coronavirus hasta ahora, pero hay algunas señales de esperanza. Al final del viernes, había 18.654 personas hospitalizadas con el virus en el estado. Esa cantidad era un aumento de apenas 85 respecto a la registrada el día anterior.
Aproximadamente la mitad de los fallecimientos en Estados Unidos se han registrado en la zona metropolitana de Nueva York, donde las hospitalizaciones siguen disminuyendo y otros indicadores sugieren que el confinamiento y el distanciamiento social están “aplanando la curva” de contagios.
PUBLICIDAD
Las malas noticias han sido que grandes números de personas fallecen a diario. El gobernador Andrew Cuomo anunció el sábado que 783 personas murieron el viernes, el quinto día consecutivo en que la cifra superó los 700 decesos. El número de muertes por coronavirus en el estado es de 8.627. Cuomo explicó que el número diario de fallecimientos se está estabilizando, “pero a un ritmo horrendo”.
El gobernador y el alcalde de la ciudad de Nueva York Bill de Blasio podrían enfrentar más preguntas sobre si las escuelas del distrito más grande de la nación cerrarían por el resto del año, mientras las clases siguen en línea.
El alcalde neoyorquino dijo que las escuelas públicas del distrito escolar de 1,1 millones de estudiantes de la ciudad cerrarían por el resto del año académico para frenar la propagación del coronavirus. En tanto, el gobernador Cuomo señaló que él era el encargado de tomar esa decisión.
PUBLICIDAD
De Blasio dijo que su objetivo era reabrir las escuelas en septiembre, añadiendo que los estudiantes de último año podrían no tener su ceremonia de graduación. Pero Cuomo señaló que el cierre de escuelas debería coordinarse con los distritos que rodean la ciudad.
Entretanto, la catedral de San Patricio lucía vacía en plena Pascua. La pandemia significó que no hubo feligreses en las bancas de la Catedral de San Patricio este Domingo de Resurrección.
Se programó una misa televisada oficiada por el cardenal Timothy Dolan, en una transmisión que se prevé atraiga a una gran audiencia.
La arquidiócesis de Nueva York dijo que menos de 600 personas veían la transmisión en vivo de la misa del domingo en la catedral antes de la pandemia. Esa cantidad fue de más de 100.000 personas el Domingo de Ramos.
Con la zona metropolitana de Nueva York abrumada por la cantidad de casos, crece el temor de que el contagio se extienda al centro del país. Chicago y otras ciudades del centro-norte del país se preparaban para un posible repunte de fallecimientos y se movilizaban para sofocar los focos de contagio antes de que estallen.
