El secretario de Salud Lorenzo González alertó a los alcaldes a no comprar pruebas rápidas para detectar el coronavirus a menos que estén controladas por el Departamento de Salud ante el alto potencial que tienen de detectar resultados falsos.
“Sabemos que hay venta de pruebas en la periferia a los alcaldes sin el control del Departamento de Salud ustedes lo saben y nosotros lo sabemos”, declaró hoy en rueda de prensa en la que actualizó los datos sobre el avance de la enfermedad en la Isla.
Sin embargo, no mencionó ningún ejecutivo municipal en particular.
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“Cada vez que se anuncian pruebas en supermercado, eso nos puede traer problemas. Estoy diciendo: ‘ tegamos prudencia que no produzcamos una prueba errónea”, agregó.
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González manifestó que una persona contagiada con el COVID-19 tarda hasta cuatro días en desarrollar anticuerpos que son los que las pruebas detectan. En esos cuatro días una prueba rápida no detectará que el virus ya está en el cuerpo de la persona, y por ende, daría negativo. Eso a su vez provocaría que la persona no tome todas las medidas rigurosas de aislamiento y se convierta en portador que contagie a más personas sin saberlo.
Según el funcionario, solo una enfermera, un médico o un técnico de laboratorio están capacitados para administrar los rapid test y urgió a los centro de salud 330 y los hospitales pequeños a que no tomen muestras rápidas sin seguir las regulaciones federales.