Los pasajeros de un crucero cuyo viaje se volvió una pesadilla fueron finalmente dejados salir de sus camarotes y autorizados a bajar a tierra el viernes por primera vez en semanas, tras el desembarco de 14 personas críticamente enfermas que fueron transportadas a hospitales en Florida que se preparan para recibir una avalancha de pacientes con coronavirus.
Se espera que el éxodo de pasajeros del Zaandaam y del Rotterdam continúe durante todo el día. Los residentes de Florida estaban desembarcando primero, seguidos por el resto de los pasajeros. Autobuses estaban llevando a las personas saludables para viajar directamente al aeropuerto, donde abordaron vuelos fletados sin pasar por la terminal.
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Serán seguidos por el que Carnival Cruise dijo sería su último crucero con pasajeros a Estados Unidos desde la declaración de la pandemia. Se espera que el Coral Princess arribe a Port Everglades el sábado con más de 1.000 pasajeros que han estado aislados en sus camarotes, incluso 12 con casos confirmados de COVID-19.
Princess Cruises, una línea propiedad de la corporación, había anunciado ya un número “mayor que lo normal” de personas con síntomas similares a la influenza a bordo del Coral Princess.
“Esta es una situación humanitaria y la prioridad de la comisión del condado es proteger a los 1,9 millones de residentes al tiempo que provee una opción de desembarco contenido para las personas a bordo que necesitan irse a casa de forma segura”, dijo el alcalde del condado de Broward, Dale Holness, en una declaración el jueves por la noche.
No estaba claro cuándo serían sacados los cadáveres de las cuatro personas que murieron por coronavirus a bordo del Zaandaam, que zarpó el 7 de marzo, el día antes de que el Departamento de Estado hiciera una advertencia sobre cruceros durante la pandemia.