Popular informó iniciativas adicionales en respuesta a la situación de emergencia que enfrenta Puerto Rico por el COVID-19, atendiendo tres frentes principales: clientes, empleados y comunidades.
La institución reiteró su compromiso de ofrecer servicios bancarios esenciales, a la vez que protege la salud de sus clientes y empleados. Popular detalló en una comunicación escrita que continúa operando el 70% de sus sucursales, enfatizando el autobanco para la mayoría de las transacciones de individuos, los servicios digitales y TeleBanco.
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Para promover el uso de canales alternos, Popular eliminó los cargos en sus cajeros automáticos y flexibilizó límites en algunas transacciones. Informó, además, que cuenta con herramientas digitales que permiten a los clientes obtener información y acogerse a moratorias en hipotecas y otros productos de crédito a individuos.
Para clientes comerciales, Popular ofrece una variedad de servicios digitales que le permiten mantener la continuidad operacional de su negocio sin tener que visitar una sucursal.
Además, les ofrece a estos clientes comerciales moratorias y alternativas de financiamiento con términos flexibles. Informó, además, que respaldará a sus clientes comerciales para que se puedan beneficiar de los programas federales bajo la nueva Ley CARE, incluyendo el nuevo Programa de Protección de Pago de Cheques (PPP, por sus siglas en inglés) de la SBA.
Popular anunció también hoy que pagará una bonificación especial de $1,000 a compañeros de primera línea que están trabajando de forma presencial y devengan un salario básico anual menor de $75,000.
«Nuestros compañeros de sucursales, de otras áreas de servicio y de varios centros de llamadas salen de la seguridad de sus casas para atender a nuestros clientes y brindarle servicios esenciales. Conscientes del sacrificio que esto implica, queremos reconocer su esfuerzo, compromiso y valentía», dijo Ignacio Álvarez, Principal Oficial Ejecutivo de Popular.
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Anuncia medidas de salud para empleados
Para proteger la salud de sus empleados y asegurar la continuidad de sus operaciones, Popular ofrece a empleados, cuyas funciones lo permitan, la alternativa de trabajo remoto. En menos de dos semanas, la institución desarrolló la capacidad para que hoy un 60% de su plantilla trabaje remotamente.
Popular cuenta con una clínica interna de salud y eliminó copagos para pruebas de COVID-19 y visitas a salas de emergencia. Para asegurar que todos sus empleados tengan acceso a servicios médicos durante la emergencia, extendió la cobertura del plan médico a empleados que se encuentran en un periodo de probatoria por llevar menos de tres meses en la institución.
Asimismo, para atender el bienestar emocional, les ofrece alternativas como el Programa de Ayuda al Empleado (PAE) y cursos de meditación en vivo a través del Internet.
Finalmente, Popular anunció un plan para apoyar a las comunidades que sirve que incluye, entre otras iniciativas, la creación de un nuevo fondo con una inversión de $1 millón de dólares. Se apoyarán esfuerzos con enfoque en tres áreas principales: equipos médicos y proyectos en área de salud para combatir el COVID-19; apoyo a pequeños y medianos negocios y emprendedores, proveyendo asesoría financiera y apoyo de emergencia; y apoyo a organizaciones sin fines de lucro, para asegurar la continuidad de sus servicios.
«Reiteramos nuestro compromiso de apalancar nuestro negocio, infraestructura y relaciones existentes para ayudar a combatir la crisis actual. Esta estrategia ha probado ser efectiva en crisis recientes como los huracanes Irma y María y los terremotos en el suroeste de la isla», dijo Álvarez.