Al ocurrir una muerte de un paciente sospechoso de tener el temible coronavirus, Covid-19, la institución hospitalaria deberá enviarlo directamente a la funeraria y no al Negociado de Ciencias Forenses (NCF).
Así lo establece un protocolo emitido el pasado viernes por la secretaria interina del Departamento de Salud, Concepción Quiñones Longo, quien además ordenó que estos pacientes fallecidos solo serán trasladados al NCF cuando la muerte haya ocurrido en la residencia. Para estos casos sospechosos de coronavirus, tanto la agencia como los hospitales deberán realizar una prueba nasofaríngea y orofaríngea. Antes de trasladar el cuerpo a la funeraria, el personal del hospital y del NCF deberán notificarlo como un caso sospechoso de coronavirus para que se tomen las medidas de seguridad.
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Aquellos pacientes con sospecha de Covid-19 que fallecen en una sala de emergencia estarán exentos de cumplir con el requisito de que acuda un oficial de Fiscalía. En cambio, según la misiva de Quiñones Longo, la institución hospitalaria debe administrarle las pruebas nasofaríngea y orofaríngea y trasladarlo a la funeraria.
Asimismo, dichas pruebas que realizan tanto los hospitales como el NCF tienen que ser enviadas al Laboratorio de Salud Pública del Departamento de Salud.
Al momento, las autoridades ya informan de 31 casos positivos de coronavirus en Puerto Rico. La Isla registra dos muertes por coronavirus. De los 31 casos positivos, 18 los reportó el Departamento de Salud y 13 el Hospital de Veteranos.
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