El Senado aprobó esta tarde el proyecto que viabiliza un plebiscito ‘estadidad sí o no’ para el día de las elecciones generales, aunque con enmiendas a la versión original de la medida que alteran la definición de una hipotética victoria del ‘No’.
Siguiendo una recomendación del exgobernador Carlos Romero Barceló plasmada en el informe positivo de la medida, se eliminó la definición de que un voto por el ‘No’ representaba un mandato para buscar la soberanía mediante un “tratado de independencia en libre asociación” o la “independencia total”.
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De acuerdo con el informe del proyecto para crear la ahora denominada “Ley para la Definición Final del Estatus Político de Puerto Rico”, redactado por el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, la recomendación de Romero Barceló busca evitar que “algunos electores puedan decir que no se les provee donde expresarse”.
De forma similar, previo al plebiscito celebrado en junio de 2017 se propuso inicialmente que se excluyera la alternativa de preservar el estatus territorial actual. Sin embargo, más adelante se incluyó en la papeleta, junto con la estadidad y un encasillado que englobaba la independencia y la libre asociación.
De ganar el ‘Sí’, el Proyecto del Senado 1467 dispone que la gobernadora y la comisionada residente liderarán el “proceso de transición”. Ambas, con el consejo de la Comisión de Igualdad, estarán encargadas de elaborar en 30 días un plan de transición que se entregaría al presidente de Estados Unidos y a los líderes de ambos partidos en el Congreso federal.
En su versión original la pieza legislativa ordenaba que se creara un organismo nuevo que fuera a la capital federal a defender la estadidad o la soberanía, partiendo de los resultados de la consulta.
Críticas de la oposición
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El senador popular Cirilo Tirado describió el proceso de consulta como “otra burla más al pueblo de Puerto Rico” y le achacó al PNP la intención de convocar el plebiscito para movilizar a electores descontentos con la gestión gubernamental de la colectividad.
“Este es otro fracaso, otro intento del PNP de, en esta ocasión, mover a sus huestes que parece que no van a votar o las encuestas dicen que no quieren votar y los quieren llevar como corderitos el día de las elecciones a votar por la estadidad”, argumentó Tirado, agregando que el gobierno busca “coger de pendeja a la gente”, un lenguaje que le valió un regaño de Rivera Schatz.
El portavoz alterno y presidente del Partido Popular Democrático, Aníbal José Torres, recordó que el plebiscito de estatus sería el tercero que se celebra desde 2012 y adelantó que su colectividad no le daría validez al proceso.
En tanto, el independentista Juan Dalmau sostuvo que el mecanismo propuesto en el proyecto de ley no es “efectivo” para obligar a Estados Unidos a enfrentar el problema colonial de Puerto Rico. El legislador cuestionó que en la versión aprobada se eliminara el lenguaje que “definía” la alternativa del ‘No’.
“Por lo menos era un choque. Pero a último momento volvieron a caerse los calzones y las faldas y le quitaron las definiciones porque tienen miedo de enfrentar la estadidad a la soberanía nacional. Tienen miedo de que el pueblo tenga que definirse”, planteó el candidato a la gobernación por el Partido Independentista Puertorriqueño, al señalar que, pese a sus reservas, la colectividad votará por el ‘No’ en la consulta.
Rivera Schatz, por su parte, criticó los argumentos que presentó la oposición para restarle méritos a la medida.
“¿A quién puede incomodar el planteamiento de votar por la ‘estadidad sí o no’? A quien tiene miedo de perder. Votarle no a la estadidad, a mi entender, es como votar por la independencia. Sin embargo, estuvimos dispuestos a que el no incluyera al ELA (Estado Libre Asociado). Pero hay que ver cuál ELA, porque el ELA de la defensa y la moneda común y la unión permanente está en el ‘Sí’”, dijo Rivera Schatz durante su discurso de casi 40 minutos.
El senador independiente José Vargas Vidot puntualizó que, aunque el estatus político merece atenderse, la solución debe ser producto de un proceso “serio”.
“Este proyecto no lo es”, recalcó el legislador.
Por su parte, el precandidato a la gobernación por el PNP Pedro Pierluisi defendió al propuesto plebiscito como un mecanismo de expresión “sencillo y claro”.
“No hay excusas. Hay quienes siempre ponen peros y obstáculos a la solución de nuestro estatus político, saben que este proyecto de plebiscito es justo y permite que todos se expresen. Sus críticas son solo un reflejo de la realización de que ha llegado el momento de dejar atrás nuestro estatus colonial”, señaló en declaraciones escritas.
Indefinido el financiamiento
El costo de la consulta, de acuerdo con el proyecto, ascendería a $3.5 millones, de los cuales $2 millones se utilizarían para la campaña educativa y el resto para la impresión de la papeleta y otro gastos.
Sin embargo, tras las enmiendas introducidas en sala, no se precisa cuál será la fuente de financiamiento de la consulta. Originalmente, se estipulaba que se utilizarían los $2.5 millones que autoriza una ley federal de 2014 que proponía al gobierno puertorriqueño realizar un plebiscito de estatus avalado por el Departamento de Justicia estadounidense, bajo la condición de que esa agencia suscribiera las alternativas presentadas en la papeleta.
En el plebiscito de 2017, cuando la estadidad obtuvo un 97% de apoyo, en un proceso en el que participaron cerca de 23% de los electores elegibles, Justicia federal no avaló las alterativas presentadas, pese a los intentos del gobierno entonces encabezado por Ricardo Rosselló.
La pieza legislativa fue aprobada 19-6, con el voto a favor la mayoría novoprogresista y la oposición de las minorías del Partido Popular Democrático y el Partido Independentista Puertorriqueño.
La Cámara de Representantes podría avalar la medida el próxima jueves, cuando tendrá su próxima sesión ordinaria.
