Los movimientos indígenas brasileños están con la guardia en alto.
Líderes y representantes de 45 pueblos del país concluyeron el viernes un encuentro de cuatro días en el que denunciaron al gobierno del presidente Jair Bolsonaro por llevar adelante lo que calificaron de “un proyecto de genocidio, etnocidio y ecocidio”.
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También rechazaron un proyecto de ley oficial que permitiría, en caso de ser aprobado, avanzar en la explotación económica de tierras indígenas, incluso sin aprobación de las comunidades. El gobierno todavía no ha presentado al Congreso el proyecto, que responde a una promesa de campaña del presidente.
“Las amenazas del gobierno están promoviendo violencia contra pueblos indígenas, el asesinato de líderes y la invasión de tierras”, reza el documento titulado “Manifiesto de Piaraçu”, nombrado así por una aldea en el estado de Mato Grosso donde se celebró la reunión.
Según la prensa local, el proyecto del gobierno busca autorizar la explotación económica en áreas indígenas, como la posibilidad de construir hidroeléctricas, extraer petróleo y gas y, promover el turismo y la agricultura.
El presidente derechista _que ha dicho que los indios son “latifundistas pobres encima de tierras ricas”_ cree que el desarrollo económico se ve entorpecido por la protección de buena parte de los territorios y reservas brasileñas.
Hasta el momento se desconoce cuándo será enviado el proyecto, dijeron a The Associated Press funcionarios en la asesoría de comunicación de la presidencia, pero los indígenas han prometido resistir cualquier avance sobre sus tierras. “Tenemos que prepararnos para enfrentar no sólo al gobierno, sino también reaccionar a la violencia de algunos sectores de la sociedad que expresan de forma muy clara el racismo”, expresaron.
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El encuentro en Mato Grosso fue presidido por el cacique Raoni, un líder que ha cobrado notoriedad por sus críticas a la política ambiental e indigenista del gobierno y que elevó su perfil al convertirse en blanco de algunas críticas de Bolsonaro.
En mayo pasado, el presidente francés Emmanuel Macron recibió a Raoni luego de una cumbre del G7 y se comprometió a apoyar su lucha contra la deforestación de la Amazonía y los incendios en el bosque.
Bolsonaro ha intentado minimizar la legitimidad de Raoni, al asegurar que se trata “de un ciudadano, pero cada pueblo tiene su cacique”.
La oficina de prensa de la Presidencia no respondió de momento a los pedidos de comentarios sobre el evento indígena.
Representantes ambientalistas e indígenas han iniciado una campaña para que el cacique sea considerado para recibir el premio Nobel de la Paz 2020 por su “lucha por los derechos indígenas y por la preservación de la Amazonía”.