Navidad, época de regalos y felicidad. Sin embargo, a veces las cosas no salen según lo planeado, a juzgar por la historia ocurrida en el estado de Georgia, en Estados Unidos.
Kiara Stroud, madre de un niño de siete años, decidió que unos auriculares ’AirPods’ eran el mejor regalo para su hijo. Al dárselos jamás pensó lo que le tocaría vivir, por lo que decidió relatar su historia para que no le ocurra a nadie más.
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Camino al trabajo, días después de Navidad, Stroud recibió una llamada por parte de su madre, la abuela del niño. Ella le avisó que el infante se había tragado los auriculares y que se dirigían al hospital. La mujer asegura que del susto por poco vuelca su camioneta.
Tras asimilar el accidente, Stroud se dirigió al Children’s Healthcare Hospital en Egelston, para apersonarse de la situación. Allí vio a su niño muy nervioso, temeroso de acercarse al teléfono móvil, angustiado porque sonaran los Airpods en su cuerpo.
Los médicos le dijeron que la mejor manera de extraer los audífonos era esperar que se hiciera de manera natural. Asimismo, le garantizaron que el proceso se daría sin mayores consecuencias. Por fortuna fue así y el niño ya está fuera de cualquier peligro.
