El gobierno de Bolivia extraditó hoy a un hombre acusado de traficar drogas a Brasil y de tener nexos con altos jefes policiales durante el gobierno del expresidente Evo Morales.
Pedro Montenegro se entregó en abril después de que su caso estallara al difundirse fotografías de sus vacaciones junto a dos jefes de la policía de la ciudad de Santa Cruz.
El Ministerio de Gobierno informó que el acusado de narcotráfico fue entregado por policías bolivianos a federales brasileños en el aeropuerto de Corumba, ciudad de Brasil fronteriza con Bolivia.
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, informó que Brasil había pedido más de 16 veces la extradición de Montenegro y que la orden estaba lista desde octubre. Sin embargo, no se cumplió. “Esto quiere decir que hemos tenido (en el anterior gobierno) gente que protegía a narcotraficantes”, sostuvo.
Ariel Góngora, abogado defensor de Montenegro, calificó el acto de ilegal, ya que no fue informado sobre la extradición.
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Poco después leyó una carta que le habría dejado su defendido en la que se acusa al exdirector de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico, Maximiliano Dávila Pérez.
También acusó al partido de Morales de atropellar sus derechos y de perseguir a su familia. Además, argumentó que se convirtió en “un trofeo del actual gobierno”.
Por su parte, Leonardo Roca, director regional del Consejo Nacional de Lucha Contra le Tráfico Ilícito de Drogas (CONALTID) informó que se va a verificar la autenticidad de la carta y que ya se inició una investigación contra Dávila.
La justicia boliviana había sentenciado a Montenegro a seis años de cárcel por el delito de falsedad, un fallo que lo salvaba de ser extraditado a Brasil.