El Consejo de Estudiantes de la Escuela de Arquitectura (CEEA) de la Universidad de Puerto Rico repudia la negligencia por parte de las pasadas y presentes administraciones gubernamentales, y se une al reclamo de los diferentes sectores culturales y educativos en rechazo al corretaje del edificio histórico y actual sede del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP), el Antiguo Asilo de Beneficencia, para la creación de un establecimiento de hostelería y servicios privados en el Viejo San Juan.
“Esta situación provoca una destrucción y apropiación de la preservación del patrimonio cultural de las edificaciones en Puerto Rico. Hay que tomar en cuenta que el Antiguo Asilo de Beneficencia, junto al Antiguo Manicomio —hoy Escuela de Artes Plásticas— y el Cuartel de Ballajá, fueron de las últimas estructuras que España construyó en la isla en el Siglo XIX. Más aún, el asilo está designado como un edificio histórico nivel federal, y es parte de la Zona Histórica del Viejo San Juan a nivel estatal”, declaró Agnes Rodríguez, estudiante del Programa de Subgraduado de la Escuela de Arquitectura.
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En la década de 1970, mediante un acuerdo por parte del Departamento de lo Interior, se traspasó su uso al Gobierno de Puerto Rico; específicamente, su dueño titular es la Administración de Terrenos de Puerto Rico. En dicho acuerdo se establece que todas las edificaciones en el área serían exclusivamente utilizadas para uso recreativo, educativo y público.
Sin embargo, a pesar de todos los hechos legales e históricos que pedían a gritos que nuestros funcionarios de alto poder gubernamental protegieran y defendieran nuestro patrimonio histórico —el cual durante las últimas dos décadas ha sido destruido, pisoteado y menospreciado—, los actos de atropello cultural continuaron ocurriendo. Desde el año 2016 hasta la actualidad las administraciones gubernamentales se han enfocado en ceder edificios históricos a desarrolladores de alto poder en la isla, en este caso la empresa ‘Gran Hotel San Felipe del Morro’ ocupará el espacio del ICP. Se solicitó un cambio en el acuerdo para poder firmar el contrato y a pesar de no contar con una respuesta y con el aval de las agencias pertinentes se continuó con el proceso firmándose un contrato.
“La apropiación de este ente arquitectónico estaría destruyendo de manera sustancial el valor histórico y cultural, contribuyendo a la destrucción de los cimientos de nuestra historia. Además, también da paso a futuras apropiaciones y efectos históricos adversos que pueden llevar a la disolución total de uno de nuestros patrimonios arquitectónicos más importantes. Las pasadas décadas han sido testigos de la reducción del área residencial, entre el establecimiento de AirBnB y hoteles boutique, acelerando el proceso de gentrificación entre los residentes en el casco histórico.” declaró Diego Hernández, Presidente del Consejo de Estudiantes de la Escuela de Arquitectura.
Conforme a lo presentado, y como cuerpo representativo estudiantil de la Escuela de Arquitectura de la universidad pública del país, exhortamos al Gobierno de Puerto Rico a reevaluar su postura ante el trato que se le está dando al patrimonio histórico y cultural, y a rechazar dicho contrato para desalojar la sede del Instituto de Cultura Puertorriqueña, dejándole en manos de personas con intereses privados, dicha joya arquitectónica. Nuestra postura, es un contundente rechazo a dichas acciones que sirven como precedente, poniendo en riesgo otras estructuras y entes de valor patrimonial que aportan en la historia de nuestra patria. No podemos ignorar la situación que estamos atravesando como país, pero ninguna crisis justifica la destrucción, venta o traspaso de un patrimonio histórico a manos de un ente privado. Hacemos un llamado al Pueblo, al Gobierno y a la Junta de Directores del Instituto para hacer frente a tales actos que menosprecian y destruyen nuestros monumentos, para que se tomen acciones contundentes y efectivas que salvaguarden nuestra historia y que la preserven, para el provecho, el disfrute y aprendizaje de futuras generaciones.