Decenas de miles de personas marcharon el domingo en Barcelona para protestar el movimiento separatista catalán y a favor de mantenerse como parte de España.
Unas 80,000 personas participaron en la marcha, informó la policía de Barcelona, con muchas que esgrimían banderas catalanas y españolas. Uno de los carteles decía en inglés: “¡Somos catalanes también, paren la locura!”
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La manifestación a favor de la unidad española ocurre tras varios días de protestas de catalanes separatistas, algunos de los cuales incurrieron en choques violentos contra la policía.
Un fallo del Tribunal Supremo de España que dio largas condenas en prisión a nueve líderes independentistas a causa de un frustrado intento de secesión ilegal en 2017 es lo que ha provocado la molestia en la región en el noreste del país.
Aunque los separatistas han organizado manifestaciones enormes en los últimos años, los catalanes a favor de mantenerse como parte de España se han mantenido en silencio salvo por una protesta de gran tamaño hace dos años.
“Nos sentimos con esa necesidad de gritar que Cataluña es parte de España”, dijo Francisco Astorga Vasco, un conductor de camión de 52 años. “Están intentando de convencer que Cataluña no es España y eso no es verdad. Ni históricamente, ni en el presente, ni en nuestros proyectos para el futuro”.
Las encuestas y los resultados de elecciones en los últimos años indican que los 7.5 millones de residentes de la próspera región catalana están divididos equitativamente en la cuestión de independizarse de España.
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Los que están a favor de permanecer unidos señalaron que la causa separatista ha monopolizado la política local y causado fricción entre familias y amigos.
El sábado, una protesta de 350,000 independentistas en Barcelona terminó con un enfrentamiento entre la policía y manifestantes radicales que dejó 44 personas heridas, de acuerdo con las autoridades de salud de la región. Más de 500 personas han resultado lesionadas, casi la mitad de ellas agentes de la policía, en los altercados que han ocurrido desde el veredicto el 14 de octubre.
Se prevé que la crisis catalana sea un tema clave en las elecciones generales de España programadas el 10 de noviembre, en las que el presidente de gobierno Pedro Sánchez, socialista, tratará de mantenerse en el cargo.
