Si bien un total de 273 puentes que existen en la isla son calificados como “pobres”, no todos presentan los mismos problemas de deterioro.
Por ejemplo, en la calle Periferal en la PR-20 de la avenida Martínez Nadal, el informe rendido por la Autoridad de Carreteras (ACT) a su homóloga federal identifica que el área provista para el tránsito de vehículos está en pobres condiciones. Lo mismo ocurre en Orocovis, en la PR-568, donde también se encontró que el área de la “losa”, o por donde se transita, está en condición “pobre” o en deterioro. Mientras que en Jayuya, en un puente ubicado en el kilómetro 5 al suroeste del municipio, se identificó que el área de la superestructura —que se refiere a las vigas— muestra condiciones de deterioro.
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De acuerdo con un informe del Departamento de Transporte federal, de un total de 2,325 puentes en la isla, unos 273 de estos están en condición “pobre”. Mientras que 1,608 están clasificados como “fair” o “razonable”. La ACT destina cerca de $30 millones anuales para atender deficiencias en los puentes. Estos fondos provienen de la Administración Federal de Carreteras. A pesar de que Metro lo solicitó, la agencia no proveyó cuántos empleados o personal tienen asignado para completar las inspecciones.
Por su parte, el ingeniero Manuel Coll, jefe de gerencia de inventario de puentes, indicó que alrededor de 1,700 están sobre cuerpos de agua y son los que requieren mayor inspección para prevenir eventos de socavación. Precisamente, de esos, alrededor de 400 están clasificados como susceptibles. El ingeniero fue enfático en que estas clasificaciones no se traducen en un riesgo para la ciudadanía.
