RÍO DE JANEIRO (AP) — La indignación cruzó el océano Atlántico de una orilla a otra.
Luego de que la justicia francesa absolviera el jueves a la aerolínea Air France y a la compañía fabricante Airbus por la caída en 2009 de un avión que volaba de Río de Janeiro a París, el presidente de la Asociación de Familiares de víctimas del vuelo en Brasil, Nelson Marinho, calificó el fallo como “absurdo” y se mostró confiado en que la justicia local emitirá un veredicto diferente en otro proceso en el que también se investiga la responsabilidad de las empresas en el accidente.
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“Todos estamos indignados con la noticia. La justicia francesa es corporativa, y la decisión de archivar el proceso es absurda”, dijo Marinho a The Associated Press.
El representante de 53 familias de víctimas asegura que desde hace diez años ha estado estudiando minuciosamente el funcionamiento de los aviones Airbus A330, el mismo modelo que el 1 de junio de 2009 se estrelló en el océano Atlántico con 228 personas a bordo. Todos los pasajeros, entre quienes estaba su hijo Nelson, de 40 años, fallecieron.
“Ese avión tiene defectos de fabricación. Repudiamos (el fallo) y no nos conformamos con la decisión. Francia no es seria con esta actitud”, aseguró Marinho, quien citó conversaciones con decenas de pilotos, especialistas en seguridad y científicos que arribaron a la misma conclusión que él.
Tras el accidente, la Agencia de Investigaciones de Accidente de Francia (BEA) concluyó que los sensores de velocidad externos de la aeronave se congelaron durante el vuelo y emitieron lecturas erróneas a la tripulación de la aeronave, que rápidamente perdió altura hasta estrellarse contra el océano. Además, según las pericias de la BEA, el capitán no estaba en la cabina de mando.
La fiscalía francesa había impulsado la imputación de Air France por homicidio involuntario, pero fue desestimada el jueves.
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El caso condujo a nuevas normas de seguridad en la aviación internacional.
Una investigación de AP en 2009 halló que Airbus sabía al menos desde 2002 que había problemas con el tipo de sensor que había en el vuelo 447, pero las autoridades no ordenaron reemplazar esos dispositivos sino hasta después del desplome.
Tras el accidente, familiares de víctimas iniciaron varias demandas contra las empresas. La justicia de Río de Janeiro todavía investiga la responsabilidad de las compañías en un proceso que se tramita bajo secreto de sumario.
La resolución de la justicia de Francia no trajo alivio a los familiares, pero Marinho se muestra confiado en que Brasil “habrá justicia”, a diferencia de la decisión proferida en el tribunal francés.
“Sólo voy a parar de hablar si me muero o si ellos (Airbus y Air France) admiten su error. Ese error va a ser señalado por la justicia brasileña, con seguridad”, dijo Marinho.
