Nuestra galaxia, la Vía Láctea, tiene un agujero negro supermasivo en la mitad. Este es conocido como Sagittarius A, y hemos hablado de él en otras ocasiones. Siendo así, no sorprende más el saber de si existencia, sino lo que le pase él. De hecho, en estos momentos algo extraño está ocurriendo en esa región del espacio.
Salvo la única excepción en la historia, fotografiar un agujero negro es algo casi imposible. La razón es que ni la propia luz puede escapar de un coloso espacial de este tipo. Sin embargo, eso no quiere decir que no hayamos usado formas indirectas de verlos todo este tiempo.
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Durante más de 20 años hemos observado el material que está alrededor de los agujeros negros. El polvo, los planetas, las estrellas y demás elementos que caen en ellos generan brillo. Es por eso que hemos podido determinar durante todo este tiempo su posición.
En el caso de Sagittarius A, el brillo a su alrededor varía un poco. Esto depende de los elementos que esté absorbiendo en ese momento. En algunos momentos puede ser más brillante que otros.
Pero una gran anomalía fue registrada en el agujero negro el pasado 13 de amyo. Se trata del mayor brillo proveniente de sus alrededores en la historia. Concretamente, los científicos captaron durante 2 horas y media el doble de luz a comparación del momento más brillante que se había registrado antes. Aun así, esto resulta ser 75 veces de lo normal.
¿Qué implica esto?
La imagen fue tomada con rayos infrarrojos y dejó sorprendidos a los científicos. Lo cierto es que no saben con exactitud qué pudo haber provocado el extraño brillo.
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Lo más lógico que se puede pensar es que ahora el agujero negro está devorando más material. Por un lado, se piensa que puede estar absorbiendo a S0-2, una estrella 15 veces más grande que nuestro sol. También se ha pensado en un objeto de polvo llamado G2.
No obstante, las investigaciones se siguen adelantando.