Un informe anual de Residuos de Combustión de Carbón (RCC) del vertedero Chesser Island, al sur de Georgia, demuestra que reciben parte de las cenizas producidas por la carbonera AES Puerto Rico.
En el documento, divulgado por el portal Eyes on The Ties, quedó constatado que se hicieron pruebas de laboratorio a muestras de Agremax, producto que AES ha intentado comercializar desde 2005 como relleno para construcción y otros usos. Los estudios que viabilizan su depósito datan del 18 de mayo de 2017.
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Según el informe, los cargamentos provienen del puerto Keystone en la ciudad de Jacksonville, Florida. Ya AES había confirmado que depositarían RCC en el vertedero J. E. D., en el condado de Osceola.
Sin embargo, el pasado 13 de mayo, comisionados pidieron detener el acuerdo entre AES y los propietarios del vertedero, Waste Management.
No queda claro si existen otros sistemas de relleno sanitario en los que AES disponga de las cenizas.
Los “Estándares para el uso beneficioso de los residuos de combustible de carbón”, adoptado tras la aprobación de la Ley 40 del 2017 para prohibir el depósito y disposición de residuos de combustión en Puerto Rico, establecen que las generadoras deberán hacer disponibles informes anuales al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Entre la información que deben divulgar están los documentos de transferencia de custodia de los RCC y sus derivados.
Sin embargo, ni el DRNA, ni AES tuvieron de inmediato respuestas a preguntas de este medio sobre los depósitos actuales de la carbonera.
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Ahorros por violencia
A juicio de José Manuel Díaz Pérez, portavoz del Campamento contra las Cenizas de Peñuelas, “el traslado de sobre 500,000 toneladas de cenizas de carbón hacia Estados Unidos es una victoria de la lucha que se dio, no solamente en Peñuelas, sino también en Guayama, y en Humacao”.
Y es que uno de los argumentos de ejecutivos de AES contra la exportación era que económicamente no era una opción viable. Díaz Pérez opinó que “se demostró que era una farsa” porque siempre estuvieron capacitados. En cambio, el ahorro para la empresa significó arrestos y violencia innecesaria a la entrada del vertedero Peñuelas Valley Landfill hace unos años.
“Esta semana partieron dos barcazas que totalizan 200,000 toneladas (de cenizas que no han sido depositadas en Puerto Rico) desde que terminaron el depósito en Peñuelas, hasta la fecha”, agregó el líder comunitario.
Aunque fue claro en que Estados Unidos tiene sistemas de relleno sanitarios aptos para recibir este material tóxico, dijo que en el caso de Osceola “estamos solidarios y entendemos que ellos, con la experiencia que vivimos aquí en Puerto Rico, pueden hacer sus estrategias para impedir que se depositen en espacios de sus casas”.
