BOSTON — La Universidad de Harvard ha lucrado “descaradamente” de fotos de dos esclavos negros del siglo XVIII, sin siquiera atender las solicitudes de los descendientes, aseguró una demanda presentada el miércoles.
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Tamara Lanier, de Norwich, Connecticut, está demandando a la casa de estudios por “apropiación, posesión y expropiación indebida” de imágenes que según ella son de ancestros suyos. La demanda, presentada en un tribunal estatal de Massachusetts, exige que Harvard devuelva los retratos inmediatamente, reconozca que son de antepasados suyos y le pague una suma no especificada por resarcimiento.
La universidad no respondió de momento a un mensaje pidiéndole comentarios.
El caso gira en torno a una serie de daguerrotipos que datan de 1850, de dos esclavos en Carolina del Sur identificados como Renty y su hija, Delia. Ambos posan sin camisa y las fotos fueron tomadas desde varios ángulos. Hasta donde se sabe, son las fotos más antiguas de esclavos en Estados Unidos.
Las fotos habían sido comisionadas por el biólogo de Harvard Louis Agassiz, quien usaba sus teorías raciales para justificar la esclavitud de los negros. Según la demanda, Agassiz encontró a Renty y Delia cuando recorría plantaciones en busca de esclavos “racialmente puros” originarios de África.
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“Para Agassiz, Renty y Delia no eran más que especímenes para la investigación”, dice el litigio. “La violencia de obligarlos a participar en un ejercicio denigrante diseñado para demostrar su propio estatus subhumano es algo que a él ni siquiera se le ocurrió y en todo caso, ni siquiera le importaría”.
La demanda acusa a Harvard por la “explotación” de la imagen de Renty durante una conferencia en 2017 y en otros eventos. Denuncia que Harvard ha lucrado con las fotos porque cobra “abultadas” tarifas a cambio del permiso para reproducirlas. Señala además un libro que Harvard vende por 40 dólares en el que Renty aparece en la portada. El libro, llamado “From Site to Sight: Anthropology, Photography, and the Power of Imagery” (“La antropología, la fotografía y el poder de las imágenes”) explora el uso de la fotografía en la antropología.
Entre otras cosas, la demanda le exige a Harvard reconocer que tiene algo de responsabilidad en la humillación de Renty y Delia y que fue “cómplice en perpetuar y justificar la institución de la esclavitud”.
Un investigador en un museo de Harvard descubrió las fotos en un almacén en 1976, pero la demanda de Lanier asevera que Agassiz nunca tuvo derecho legal a poseer las fotos porque nunca obtuvo el consentimiento de los fotografiados y que en todo caso no tenía el derecho de dárselas a Harvard. En lugar de ello, dice el litigio, Lanier es la heredera legítima de las fotos, ya que es la única descendiente de Renty.