Una impresionante imagen quedó luego que 145 ballenas piloto vararan en una remota playa de Nueva Zelanda, en la zona de Mason Bay, en la Isla Stewart, una isla escasamente poblada en el sur del país. La escena fue descubierta el sábado por la tarde por un explorador quien avisó a las autoridades del Departamento de Conservación de Nueva Zelanda (DOC, por siglas en ingles), quienes constataron a su llegada al lugar que al menos la mitad ya había fallecido. Sobre las sobrevivientes, las autoridades debieron adoptar una desgarradora medida, sacrificarlas. De acuerdo con la explicación entregada a los medios locales por Ren Leppens, director de operaciones del DOC en Stewart Island, la medida se adoptó por la ubicación remota y las condiciones de salud en las que estaban las sobrevivientes, lo que hacía imposible salvarles la vida. Pese a la medida, Leppens dijo que aplicar la eutanasia a tantos ejemplares fue “descorazonador”. “Tristemente, la posibilidad de lograr reflotar con éxito a las ballenas restantes era extremadamente baja”, dijo Leppens en un comunicado. “La ubicación remota, la falta de personal en las cercanías y la deteriorada condición de las ballenas hacían que lo más humano fuera aplicarles la eutanasia, comentó. Las ballenas quedaron varadas en dos grupos a menos de 1,6 kilómetros de distancia en la bahía de Mason, a unos 35 km del principal asentamiento de la isla en Oban. Cabe mencionar que solo unas 375 personas viven en la isla Stewart, también conocida como Rakiura. LA NATURALEZA SIGUE SU CURSO Sobre las ballenas que quedaron vivas tras varar, el director de operaciones del DOC, comentó que el personal les disparó y dejó sus cadáveres en la playa para dejar que la naturaleza siguiera su curso. “Tú sientes por los animales, es un evento realmente triste”, dijo Leppens. “Es el tipo de cosas que no quieres ver. Desearías poder entender el razonamiento por el cual se encadenan las ballenas, para que puedas intervenir”, agregó. Los varamientos masivos de ballenas son comunes en Nueva Zelandia durante la época de verano en el hemisferio sur. El año pasado aproximadamente vararon 85 especies en alguna de sus playas.
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