El alcalde de Toa Baja, Bernardo “Betito” Márquez García anunció hoy jueves, la privatización del recogido de desperdicios sólidos en su municipio, tras un riguroso proceso de evaluación encaminado a optimizar ese servicio a las comunidades.
El ejecutivo municipal aclaró que los ciudadanos toabajeños no tendrán que pagar por el recogido, ya que el ayuntamiento asumirá los costos del servicio que estará a cargo de la empresa Waste Collection.
“La determinación que hemos tomado responde a la necesidad urgente de cada una de nuestras comunidades, que finalmente podrán contar con el servicio óptimo que merecen. Se trata de un servicio esencial que representa salud y calidad de vida, y hemos logrado dirigir los recursos a donde deben ir para lograr consistencia en cada una de las rutas de recogido”, sostuvo el alcalde al tiempo que enfatizó en que ha sido eficaz en maximizar el presupuesto municipal, mejorando la eficiencia y los controles.
El recogido de basura en Toa Baja ha enfrentado diversos tropiezos desde que la administración de Márquez García asumió las riendas del Municipio en el 2017, esto debido al mal estado en que se encontraban los pocos camiones que estaban en funcionamiento, el alto volumen de desperdicios que se genera consistentemente y los altos costos en que directa e indirectamente incurre el Municipio para poder cumplir con el servicio.
Según indicó, los sobre 30 empleados municipales que estaban asignados al área de Desperdicios Sólidos del Departamento de Obras Públicas fueron contratados por Waste Collection, a petición suya. “Para nosotros era importante que ningún padre de familia quedara en la calle. Tomamos la decisión de privatizar de forma responsable y justa para todas las partes, principalmente escuchando el reclamo de nuestros ciudadanos”.
Márquez García adelantó que también se encuentran en proceso de privatizar los servicios de ornato y de recogido de escombros, lo que dará paso a una nueva etapa en el ofrecimiento de esos servicios, esto gracias al manejo responsable de los dineros del pueblo, lo que ha permitido cumplir con su prioridad de ordenar la casa en medio de los grandes retos fiscales y administrativos tras heredar una deuda ascendente a poco más de $200 millones.