El Congreso de Buenos Aires volvió a estar rodeado de manifestantes el día de ayer. En esta ocasión, pidiendo el desafuero de la senadora Cristina Fernández para que se puedan registrar sus casas, en el marco de la investigación por los “cuadernos de las coimas”.
Tras dos intentos frustrados de discutir en sala el allanamiento, la ex presidenta publicó una carta en su cuenta de Facebook, donde asegura no tener ningún problema con que lleve a cabo el allanamiento pedido por el juez Bonadio.
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Dos semanas después de la solicitud de Bonadio, la ex presidenta no renunció a su fuero parlamentario, solo le informó a sus colegas que no tiene problemas con que voten por allanarla. Según Fernández, la causa responde a una persecución política por parte del gobierno de Macri para desviar la atención pública de “la grave situación económica y social que atraviesa nuestro país”, por las políticas públicas aplicadas por el mandatario.
La viuda de Kirchner asegura que es inocente, y que acepta el registro de sus viviendas para “terminar, de una vez por todas, con el show” de los allanamientos “sin fundamentos”.
“Y es en este sentido que el Senado de la Nación debe garantizar que las medidas que se lleven adelante sean sólo para cautelar prueba relacionada con el objeto de esta investigación y no para obtener imágenes o filmaciones sobre el interior de mis viviendas y de los objetos que forman parte de ellas”, se lee en la carta de Cristina.
Bajo ese argumento, pide que la cámara autorice que todos los procedimientos se prohíba el uso de cualquier tipo de cámaras para evitar filtraciones de uso político; que estén presentes su abogado y un senador o senadora que ella misma designe, para garantizar el buen funcionamiento de los registros; que no se rompa nada de los inmuebles; y que se resguarden sus objetos personales.
“Para ser más clara señores senadores y señoras senadoras: si encuentran lingotes de oro, millones de dólares o piedras preciosas en bolsas, se los pueden llevar; pero si encuentran un anillo o un collar, está claro que son objetos de mi uso personal”.
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La investigación
Hace poco menos de un mes salieron a la luz los “cuadernos de las coimas”, donde el chofer de uno de los funcionarios más cercanos al ex ministro de Planificación de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, había registrado una trama de sobornos a cambio de obras públicas.
Según lo consigna la investigación sobre el caso, el matrimonio de ex presidentes habría liderado las operaciones para enriquecerse de manera ilícita. Según el medio argentino La Nación, se habría traficado al menos U$200 millones.
El juez que tomó la causa es Claudio Bonadio y ordenó la detención de 13 personas sospechosas de ser parte de la trama de sobornos. La viuda de Kirchner y varios funcionarios de su confianza fueron llamados a indagatoria.
Bonadio solicitó el allanamiento de las viviendas de Cristina, quien es senadora y tiene fuero parlamentario. Para llevar a cabo el registro, los parlamentarios tenían que autorizarlo a través de votos. La primera fecha fijada para el debate fue aplazada porque algunos senadores afirmaron que no tuvieron tiempo para leer el documento del juez.
El miércoles pasado la mayoría de los parlamentarios se negaron a asistir a la sesión. En su carta pública, Fernández afirmó que esa actitud “obedeció a la firme decisión política de no convalidar la utilización del Poder Judicial como instrumento de persecución política a los opositores y de distracción mediática para la población”.