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No a la venta de gomas dañadas

Una medida legislativa propone prohibir la comercialización de gomas con bajos estándares de calidad para proteger al consumidor y el medioambiente

Podría quedar prohibido en la isla la venta de gomas que no cumplan con ciertos estándares de calidad, gracias a una medida legislativa que busca proteger a los consumidores y el medioambiente.

18,000 – neumáticos diarios se desechan en Puerto Rico, de acuerdo con el Proyecto 1371 de la Cámara de Representantes

Se trata del Proyecto 1371 de la Cámara de Representantes, sometido por Joel Franqui Atiles, presidente de la Comisión de Agricultura, Recursos Naturales y Asuntos Ambientales, y que contó con el favor de legisladores de los tres partidos de gobierno, así como de varias agencias.

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De acuerdo con Fanqui Atiles, la medida debía ser firmada ayer por el gobernador Ricardo Rosselló, si no, sería frenada automáticamente, en lo que se conoce como un “veto de bolsillo”, por haber pasado los 30 días de aprobada y estar en receso la sesión ordinaria. Metro preguntó a Fortaleza ayer si daría paso a la iniciativa, pero al cierre de esta edición no recibimos respuesta.

Para Franqui Atiles, su proyecto es prioritario, pues atiende varios problemas que la isla enfrenta desde hace mucho, como la falta de espacio para disponer de las gomas usadas que se rompen con facilidad y que se acumulan en grandes proporciones.

“Nos hemos convertido en el zafacón de las gomas usadas. A veces entran gomas expiradas, gomas que son para la nieve, gomas que han sido remendadas y todo eso entra en Puerto Rico sin regulación”, subrayó el representante en entrevista con Metro.

Según la legislación, en Puerto Rico se desechan alrededor de 18,000 neumáticos diarios. Esto resulta en, aproximadamente, la generación de 4.7 millones de gomas al año. 

¿Qué propone la media?

Entre otros asuntos, el proyecto regula el grosor de los neumáticos, para que ninguna banda tenga menos de 2/32 pulgadas de profundidad. Además, no podrían venderse gomas que presenten fragmentación, protuberancias, nudos o chichones.

Tampoco se podrían comercializar las gomas con cordones expuestos, que no muestren claramente el número de identificación del Departamento de Transporte de los Estados Unidos o que tengan más de seis años de fabricadas a partir de su fecha de expiración.

De estas prohibiciones, sin embargo, quedarían eximidas las gomas importadas o vendidas localmente que se utilizan en carreras de vehículos de motor, según lo establecido en la Ley 279-2012, conocida como Ley del Deporte de Automovilismo en Puerto Rico.

El Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) sería el encargado de establecer un reglamento para viabilizar los estatutos de la medida.

Dan espaldarazo

Tanto la Autoridad de Desperdicios Sólidos como la Junta de Calidad Ambiental dieron su aval al proyecto en una ponencia entregada a ambas ramas legislativas, por entender que los nuevos estándares reducirían el riesgo ambiental que provoca la acumulación de gomas en Puerto Rico. Asimismo, porque se convertiría en una medida de prevención contra enfermedades como el zika, el dengue y chikunguña, que proliferan gracias a el agua estancada en los neumáticos.

El Departamento de Asuntos del Consumidor y el DTOP también vieron con buenos ojos la idea en sus ponencias —que impone multas de $500 hasta $5,000 para aquellos que no cumplan— porque consideran que ofrece nuevas protecciones al consumidor.

Por su parte, las Comisiones de Banca, Comercio y Cooperativismo y de Asuntos del Consumidor y Servicios Públicos Esenciales del Senado de Puerto Rico consideran que lo dispuesto no tiene un impacto fiscal en el fondo general.

Ve difícil la implementación

Para el comerciante de gomas Joel Cueto, una ley como la que se propone es de difícil implementación. “Para regularlo va a ser bien difícil porque tendrían que poner un inspector en los puertos de procedencia y llegada. Porque después que las gomas lleguen aquí, ¿las van a devolver?”, soltó.

Según el dueño de Cueto Gomas, esta medida es impulsada por los grandes intereses que venden neumáticos nuevos en Puerto Rico, con el propósito de desestabilizar a los pequeños comerciantes que dependen de los usados.

“La goma nueva cuesta el doble o el triple. En Puerto Rico, se mueven más las usadas que las nuevas. Ahí están cabildeado las grandes empresas”, indicó.

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