"No llores": niño con cáncer consuela a su madre tras quedar sin dinero para pagar tratamiento

Una desconsolada madre rompió en llanto luego de gastar todos los ahorros de ella y su esposo en costear el tratamiento contra el cáncer de su hijo de 3 años, y quedar sin dinero para continuarlo.

El menor, identificado como Li Junyang, se ha debido someter a dos operaciones de tórax abierto, siete sesiones de radioterapia y siete sesiones de quimioterapia producto de su enfermedad, llamada neuroblastoma según consigna Daily Mail.

Ante esto, una organización benéfica llamada Dahe Charity llevó al menor a un hospital de Shanghai, en busca de poder darle una mejor atención médica al niño, cuyo problema es un extraño cáncer que se da en el abdomen. El problema es que como no tenían dinero, debieron dejar que el menor se fuera y estuviera solo un mes entero en el recinto.

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Mientras tanto, sus padres han gastado durante los últimos seis meses que fue el momento que se le diagnosticó el mal, un total de 18 millones de pesos chilenos en todos los tratamientos para mantener estable al pequeño. Sin embargo, desde el hospital le dijeron que esto no era suficiente, ya que para continuar con los procedimientos necesitaban al menos otros 35 millones de pesos.

Ante esta situación, la mamá se puso a llorar ya que tanto ella como su pareja son unos humildes agricultores que viven en un pueblo rural de China y no tienen cómo conseguir más dinero. “Mamá, no llores”, le pidió el menor, mientras le hacía cariño y trataba de consolarla.

La potente imagen dio la vuelta por la red social china Weibo tras ser difundida por la organización benéfico, iniciando una campaña para sumar recursos y así poder mantener los tratamientos.

Y fue un éxito ya que lograron reunir 42 millones, cifra suficiente para reiniciar los procedimientos. Eso sí, advirtieron que el camino es muy largo y que el pequeño necesitara a futuro más recursos para luchar contra su mal.

En tanto, Dahe hizo un llamado a las autoridades debido a que es común en China que los dos padres deben renunciar a sus trabajos para poder cuidar a sus hijos enfermos, quedando con el tiempo sin dinero.