Senado interviene sobre seguridad en zona turística del Condado

Un grupo de residentes de la zona del Condado en San Juan denunció ayer que los problemas de seguridad, inundaciones y basura son ya insostenibles en el área, provocando temor entre los vecinos respecto a sus propiedades y hasta la propia vida.

“En estos días ha habido muchos hurtos en el área, las calles estaban oscuras, los vecinos tomamos la iniciativa de alumbrar las calles, los condominios han instalado luminarias que alumbran las calles, han robado vehículos, han robado propiedad, han entrado en las casas”, manifestó Lizie Rosso, líder comunitaria de la zona.

De acuerdo con Luis Miranda, comisionado auxiliar de la Policía Municipal de San Juan, y el agente Johnny Rodríguez, de la Policía Estatal, la zona de Condado se cubre con 32 policías y 53 agentes de ambos cuerpos, respectivamente, divididos por grupo y área en turnos distintos. Aún así, se continúan reportando incidentes. Esta misma semana, por ejemplo, se reportó una apropiación ilegal en la calle Piccioni, donde un individuo rompió, alegadamente, el cristal de un vehículo y llevó consigo herramientas que se encontraban en el interior.  De acuerdo con estadísticas del Negociado de la Policía de Puerto Rico, en la zona se han reportado dos robos y 11 apropiaciones ilegales solo durante el pasado mes.

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Rosso también denunció que en la zona hay una situación de “plaga de ratas” que ha empeorado con la falta de recogimiento de basura, dado que, en ocasiones, los camiones no han podido acceder a las estrechas calles debido a autos estacionados ilegalmente en ambos lados del camino.

Las declaraciones surgieron en medio de una vista ocular de la Comisión de Seguridad Pública, presidida por el senador Henry Neumann, como parte de la Resolución del Senado 673, que ordena a dicha Comisión así como a la Innovación, Telecomunicaciones, Urbanismo e Infraestructura, realizar una investigación a fondo para determinar las causas del problema de seguridad ciudadana e inundaciones en el área de Condado, específicamente en las calles Mariano Ramírez Bages, Marseille, Delcase, Clemenceau, Piccioni, Barranquitas y otras, donde el impacto de las inundaciones es mayor. Resolver ese asunto, de acuerdo con Rosso, es lo que más urge.

“Llevamos con unas inundaciones que afectan todas nuestras calles hace un tiempo, y después del huracán, la situación ha empeorado significativamente”, aseguró. “Antes era una o dos veces al año, ahora es todo el tiempo”.

Neumann dijo que entre los objetivos de la vista ocular estaba definir las obras de infraestructura necesarias en la zona para corregir las situaciones e identificar los fondos para realizarlas

“Este ha sido mi vecindario toda la vida y nunca lo había visto en estas condiciones, nunca”, afirmó el senador. “Va a haber acción inmediata”, aseguró, al tiempo que prometió soluciones inmediatas.

“Si por casualidad hay alguna demora de la solución inmediata de los problemas, que yo se que no va a ocurrir, ahí vamos a estar nosotros”, expresó.

Además de los mencionados, en la vista estuvo presente personal de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados(AAA), Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Departamento de Recursos Naturales y el Municipio de San Juan, entre otros, que se comprometieron a atender las situaciones con premura, aunque el asunto de las inundaciones, por ejemplo, se ha venido denunciando por los vecinos desde 2014 sin que el Municipio de San Juan y otras agencias hayan tomado las acciones pertinentes.

Las bases del problema de inundaciones

Durante la década de 1950, el área de la Laguna del Condado se redujo alrededor de un 20%, de acuerdo a un estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos, realizado más tarde, citó ayer el doctor Jorge Bauzá, director científico del programa de Estuario de la Bahía de San Juan.

“Esta era la orilla de la Laguna, todo esto fue rellenado en un pasado, en la década de los 50”, apuntó Bauzá.

Ante la reducción del espacio para dar paso a construcciones, la zona enfrenta hoy día un problema de inundación costera, principalmente cuando llegan las mareas altas o las mareas primaverales, que ocurren una vez al mes aunque durante el año pueden ser más altas. “Sube la marea y prácticamente se mete porque estos son los bordes de la Laguna”, explicó el científico.

Además, el cuerpo de agua se encuentra al mismo nivel del área, que se combina con que el nivel del mar ha venido aumentando como efecto del cambio climático y el calentamiento global. Aunque ese aumento puede rondar en un milímetro al año, indicó Bauzá, cuando eso se combina con las mareas altas, las bajas presiones o los ciclones, el efecto se manifiesta en las inundaciones.

A eso se suma que los sistemas pluviales o salideros de la zona se encuentran tapados por falta de mantenimiento y el agua de la propia Laguna se convierte en una especie de tapón.

“De inmediato se puede empezar a limpiar todo el sistema pluvial y todo el sistema sanitario”, apuntó el doctor Jorge Bauzá, director científico del Programa del Estuario de la Bahía de San Juan.

“Hay un problema de calidad de agua, cada vez que la Laguna entra –porque entra por arriba pero también por debajo, aguas subterráneas–, cada vez que sube la marea, eso va lavando, el aceite, la grasa, toda la alcantarilla, la carretera”, anotó. “Todo esto se traduce en un riesgo de la propiedad y un riesgo de la vida, como dicen los vecinos”, apuntó Bauzá.

De acuerdo al científico, de inmediato es posible comenzar a limpiar el sistema pluvial y el sistema de aguas sanitarias, que de acuerdo a los vecinos se desbordan constantemente en esas calles. Hay otras soluciones viables, aunque a mediano o largo plazo.

“Tenemos que entrar con ingeniería, ya sea elevación, levantar donde estamos ahora por encima del nivel de la Laguna”, apuntó el experto. “Se puede hacer una buena combinación de ingeniería, de crear un sistema tal vez de dique o de bomba, pero también combinar con litoral viviente. La naturaleza también te provee soluciones y a lo mejor podemos subir ese nivel que necesitamos aquí, pero utilizando un poco de construcción con siembra de mangle por ejemplo y hacer una combinación, un proyecto estético que tenga un valor ecológico y a la misma vez salve vida y propiedad”, explicó Bauzá.

Sobre el sistema de tuberías sanitarias, señaló que la cercanía al a superficie plantea el problema de que se inundan con facilidad, sumado a posibles roturas o averías que no han sido reparadas.

“Hacemos pruebas de agua aquí y en este punto (litoral de la Laguna que da hacia la calle Mariano Ramírez Bages y aledañas) consistentemente la calidad del agua está deteriorada”, explicó. “La Laguna en general mientras no llueva está bien, pero aquí consistentemente los datos de calidad de agua se caen y entonces sospechamos que a lo mejor puede haber un tubo sanitario colapsado”, añadió.

Sobre el mantenimiento y limpieza, todo el sistema pluvial le corresponde al Municipio de San Juan, mientras el sistema de aguas sanitarias le corresponde a la AAA.

Se planteó, además, la posibilidad de remover un mangle que alegadamente obstruye una de las salidas de agua pluvial hacia la Laguna.

“Hay que evaluar si realmente remover ese mangle va a hacer la diferencia, si realmente va a resolver el problema antes de intervenir. Si se demuestra que definitivamente hay que remover ese mangle, yo no veo ningún problema, puedes remover este mangle aquí y puedes compensar ese mangle que vas a remover, sembrando en otro sitio”, indicó el científico del Estuario, al tiempo que dijo que no habría una pérdida neta si se removiera dicho mangle.

“Nosotros llevamos proyectos de siembra de mangle y hemos sembrado mangle en la Laguna y patrocinados la siembra de mangle porque es un sistema ecológico importantísimo, pero hay que evaluar todo en su justa perspectiva”, sostuvo.

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