En ocasiones puede parecer serio, circunspecto, pero el príncipe Harry en realidad parece haber heredado la sensibilidad de su madre, la princesa Diana de Gales, y así lo demostró durante su primera gira de casado con Meghan.
Los niños le sacaron sonrisas a Harry, también personas con discapacidad con las que compartió una amena charla en el estadio Croke Park donde presenciaron una exhibición de deportes gaélicos en este templo del nacionalismo irlandés, escenario del primer “Domingo Sangriento”, en el que tropas británicas asesinaron a 14 civiles durante un partido en 1920, en plena guerra de la independencia.
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“Los duques están deseando saber más sobre la Historia de Irlanda y disfrutar de su rica cultura, así como conocer a la gente que está dando forma al futuro del país”, destacó el Palacio de Kesington.
Medios locales informaron además que Harry y Meghan visitarían el “Memorial de la Hambruna”, para rendir homenaje al millón de irlandeses que abandonó la isla entre 1845 y 1849 por culpa de una plaga en los cultivos de patata, creando una situación de miseria que se vio agravada por la represivas leyes de la ocupación británica.
Además Meghan se marcha de Irlanda con una copia de su árbol genealógico, que le emparenta con la irlandesa Mary McCague, nacida en la localidad de Ballinasloe en 1829, concedida por el Museo de la Inmigración Irlandesa (EPIC)
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