El pasado fin de semana, el Municipio de Loíza entregó 352 toldos nuevos a ciudadanos que aún esperan reparar sus techos luego del paso de los Huracanes Irma y María el año pasado, para enfrentar el fenómeno atmosférico Beryl.
“Nuestro estimado al inicio de la temporada de huracanes es que 636 familias loiceñas aún estaban viviendo bajo toldos plásticos, lo que equivale aproximadamente a 2,000 personas. Afortunadamente aún teníamos algunos toldos almacenados que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) nos había confiado para distribuirlos y sustituir los más dañados ”, detalló Nazario Fuentes.
PUBLICIDAD
Previamente, FEMA había informado que los miles de toldos que sirven como techo a los hogares afectados tras el paso del Huracán María el 20 de septiembre del año pasado son una solución temporal y no estén preparados para enfrentar eventos atmosféricos. La funcionaria de la agencia federal Delirys Aquino confirmó que el material plástico con el que están diseñados estos toldos tiene una vida útil de solo 30 días.
La alcaldesa destacó además que los primeros 1,200 toldos que se recibieron en este pueblo costero llegaron por medio de la Sinagoga Shaare Zedeck de Miramar y sus líderes comunitarios Diego Mendelbaum y David Solomiany, entre otros, quienes distribuyeron las ayudas enviadas desde IsrAID, una organización sin fines de lucro que provee ayuda a comunidades en todo el mundo que han sido afectadas por fenómenos naturales.
“Esos 1,200 toldos nos cayeron literalmente del cielo, los miembros de la comunidad judía en la Isla llegaron rápidamente y así pudimos instalar toldos a los hogares afectados por el Huracán Irma. Dos semanas después llegó María y ya todos sabemos los estragos que causó en todo Puerto Rico”, añadió Nazario Fuentes. Al igual que en los eventos atmosféricos del año pasado, el Municipio activó un plan intensivo de limpieza de caños, alcantarillas y calles para poder ayudar a drenaje rápido de las copiosas lluvias y evitar inundaciones.
“Esa técnica de mitigación fue muy efectiva. En cambio, cuando se abrieron las compuertas de Carraízo luego del paso de María terminaron inundándose comunidades como Miñi Miñi y Villa Santos. Afortunadamente, en esta ocasión, el ingeniero Martínez de la AAA nos informó que las descargas bajo condiciones normales, lo que evitaría inundaciones repentinas”, añadió la primera ejecutiva municipal.
Al momento de la publicación de esta nota, el único refugio abierto en Loíza, ubicado en la Escuela Carlos Escobar López, está listo desde temprano para atender refugiados, pero no ha acudido ninguno. “Hemos sido bien disciplinados en el manejo de toda esta situación y nos mantenemos atentos en caso de cualquier eventualidad”, finalizó Nazario Fuentes.