Rusia- Después de una jornada de faenas en la cama, el ruso Dmitry Sinkevich sufrió un destino que ningún amante se espera. El lugar en el que terminó esa noche no fue rendido en la cama, sino en el refrigerador de Amastasia Onerina, en su casa en la provincia de Oryol.
Horribles informes policiales revelaron que los brazos, las piernas y el pene de la víctima de 24 años habían sido desmembrados después de su muerte. Esto no sólo en un acto de alevosía, sino que también con un toque creativo.
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Sí, creativo. A esa conclusión ha llegado la abogada Yulia Minazova diciendo que “este desmembramiento no fue pragmático sino creativo, se llevó a cabo para un ritual de sacrificio”.
Y las mayores sospechas apuntan a una desvío mental de Onerina, que habría realizado las terribles acciones en beneficio de un ritual satánico, específicamente al dios oscuro Baphomet.
“Muchas fuentes describen Baphomet con cabello rubio rizado. Dmitry tenía lo mismo. Los expertos dicen que la muerte del barman coincidió con la última noche de sacrificio en el ciclo lunar”, puntualiza la legislativa.
Onegina ya tenía antecedentes graves de violencia, pero no tan graves como el asesinato de ahora. Hace un tiempo había sido arrestada bajo sospecha de asesinato ya que “accidentalmente lo estranguló durante el sexo duro”.
Por otro lado, según informes policiales, Onerina limpió el piso tan profundamente que tras investigaciones no se pudieron encontrar huellas dactilares relacionadas con el asesinato.
La presunta asesina se someterá a una evaluación psiquiátrica y se enfrentará a un juicio a menos que se le diagnostique una discapacidad mental, en cuyo caso recibirá tratamiento psiquiátrico.