Las 110 víctimas que murieron en el accidente aéreo ocurrido el 18 de mayo en La Habana al estrellarse un vuelo de Cubana de Aviación que acababa de despegar del aeropuerto de la capital, ya fueron identificados, informó elInstituto de Medicina Legal de Cuba.
El jefe de los forenses, Sergio Rabell, precisó hoy en rueda de prensa que la identificación “absoluta” de cada una de las víctimas terminó ayer sábado tras ocho días de complejo trabajo debido a los traumatismos provocados por la caída de la aeronave y a los efectos del calor y las llamas.
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En el vuelo DMJ-972, que cubría la ruta nacional Habana-Holguín (unos 700 kilómetros al este) viajaban 113 personas, de las que 110 murieron en el acto y otras dos en el hospital días después del siniestro.
Rabell resaltó que la participación de los familiares fue determinante por el aporte de datos fundamentales de identidad, así como de fotos y documentos que junto al reconocimiento de prendas y componentes del vestuario pudieron orientar a los médicos en el proceso de identificación.
El análisis de un vídeo del momento del abordaje al avión siniestrado, imágenes que fueron recuperadas de los móviles de algunos pasajeros y descripciones de las personas que estuvieron en contacto con ellos antes de la salida del vuelo también facilitaron las labores, explicó.
Indicó que las pruebas de dactilografía, antropología, estomatología y de ADN practicadas por los expertos forenses cubanos permitieron establecer con carácter “absoluto” la identidad de las víctimas.
De los fallecidos, 101 eran de nacionalidad cubana y once eran extranjeros: dos argentinos, dos saharauis (uno de ellos con pasaporte español) y siete mexicanos, entre ellos los seis integrantes de la tripulación del avión.
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La única sobreviviente de la tragedia, la cubana Maylén Díaz, de 19 años, permanece ingresada en estado crítico en el hospital Calixto García de La Habana.
Los cuerpos de los cubanos correspondían a 67 residentes en la provincias orientales de Holguín, 3 de Granma, otros tres de Santiago de Cuba y uno de Las Tunas, y de la zona occidental del país eran 21 de La Habana, 2 de Matanzas y otras 2 personas que vivían en la Isla de la Juventud, detalló el informe oficial.
Unas 500 personas entre médicos forenses y personal de criminalística y del Ministerio de Salud Pública estuvieron involucrados en el proceso de reconocimiento de las víctimas del siniestro, el mayor de su tipo ocurrido en las últimas tres décadas en la isla.
El director de la institución de Medicina Legal de la isla dijo que en principio habían estimado que las tareas de reconocimiento se prolongarían un mes, pero al poner en marcha los protocolos establecidos para estos casos, se trabajó “intensamente” durante 24 horas al día.
El aparato siniestrado, era un Boeing 737-200 construido en 1979 que Cubana de Aviación había alquilado apenas un mes antes de la catástrofe a la compañía mexicana Global Air, a la que las autoridades de México han suspendido temporalmente las operaciones mientras se esclarece el suceso.