El gobierno del presidente Donald Trump acusó ayer a Rusia de organizar una operación en curso para hackear y espiar la red eléctrica de Estados Unidos y otras infraestructuras críticas, e impuso por separado sanciones a funcionarios rusos por su presunta interferencia de alta tecnología en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.
Los funcionarios de seguridad nacional de Estados Unidos dijeron que el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y las agencias estadounidenses de inteligencia determinaron que la inteligencia rusa y otras agencias estaban detrás de los ataques al sector energético.
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Agregaron que los rusos eligieron deliberadamente los objetivos de la industria energética de Estados Unidos, obteniendo acceso a los sistemas informáticos y luego llevando a cabo un “reconocimiento de la red” de los sistemas de control industrial que operan las fábricas estadounidenses y la red de tendido eléctrico.
El gobierno de Estados Unidos ha ayudado a las empresas de energía a expulsar a los hackers rusos de todos los sistemas que se sabe que fueron violados, según los funcionarios, que hablaron con los reporteros con la condición de no ser identificados a fin de poder hablar sobre información delicada para la seguridad nacional. Los funcionarios dejaron abierta la posibilidad de descubrir más violaciones de seguridad y dijeron que el gobierno federal estaba emitiendo una alerta a la industria energética a fin de concientizar sobre la amenaza y mejorar las medidas de seguridad.
“Estas sanciones selectivas son parte de un esfuerzo más amplio para hacer frente a los nefastos ataques que se están produciendo desde Rusia”, dijo el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
Las acusaciones y las sanciones que las acompañan son algunas de las acciones más fuertes hasta la fecha por parte del gobierno estadounidense para castigar a Rusia por hackear y otros intentos de sembrar la discordia en la democracia estadounidense. La lista de rusos sancionados incluye a los 13 acusados el mes pasado por el fiscal especial estadounidense Robert Mueller, como parte de su investigación sobre la supuesta interferencia rusa en las elecciones.
Las sanciones representan el primer uso de los nuevos poderes que el Congreso aprobó el año pasado para castigar a Moscú por inmiscuirse en las elecciones que el republicano Donald Trump ganó a la demócrata Hillary Clinton.
Fotografía de archivo del 14 de febrero de 2018 del secretario del Tesoro Steven Mnuchin mientras testifica ante la Comisión de el Finanzas del Senado, en Washington. (AP Foto/Susan Walsh)
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“Estas sanciones selectivas son parte de un esfuerzo más amplio para hacer frente a los nefastos ataques que se están produciendo desde Rusia”, afirmó el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. Agregó que otros enfrentarán castigos en el futuro bajo la nueva ley de sanciones “para hacer que rindan cuentas los funcionarios del gobierno ruso y los oligarcas por sus actividades desestabilizadoras”.
En total, el gobierno anunció sanciones a 19 rusos por su presunta interferencia en las elecciones de 2016. También fueron amonestadas cinco entidades rusas, entre ellas la llamada Agencia de Investigación de Internet, que según Mueller orquestó una campaña masiva de desinformación en línea para influir en el resultado de las elecciones presidenciales.
Coalición culpa a Rusia por ataque a exespía
Por otro lado, los líderes de Estados Unidos, Francia y Alemania se unieron ayer a Gran Bretaña para culpar a Rusia por envenenar a un exespía con un poderoso gas neurotóxico, calificando el ataque como “el primer uso ofensivo de una neurotoxina en Europa desde la Segunda Guerra Mundial”.
En una inusual declaración conjunta, el presidente estadounidense Donald Trump, el mandatario francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel y la primera ministra británica Theresa May dijeron que “no hay una explicación alternativa plausible” para la responsabilidad rusa.
Por su parte, Rusia declaró que “sin duda” expulsará a diplomáticos británicos en represalia por la expulsión de 23 rusos de Gran Bretaña, dijo ayer el canciller ruso.
En declaraciones reproducidas por la agencia Novosti, Serguei Lavrov dijo que se tomará la medida “próximamente”, pero que Moscú informará a Londres a través de los canales oficiales antes de hacer el anuncio público.
El miércoles, la primera ministra británica expulsó a 23 diplomáticos rusos, interrumpió los contactos de alto nivel.
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