Por: Epifanio Jiménez Ex director ejecutivo Aemead (1993-2000) Cuando se consideraba el proyecto para crear el Departamento de Seguridad Pública (DSP), cuyo propósito era combatir el crimen, tráfico de drogas y corrupción, advertimos, que un grupo experimentado en el manejo de emergencias, sobre el error de incluir la Agencia Estatal de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD), por no tener relación alguna con los propósitos del proyecto. Evidenciamos, como el incluir, la Agencia Estatal de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres en el DSP podría representar el posible colapso del gobierno ante cualquier emergencia, desastre o catástrofe, ya que entorpecían en la misma, su acción de coordinación antes, durante y después, activando las agencias primarias de apoyo del ejecutivo, sector privado y el personal voluntario disponible para actuar durante la emergencia. Llevamos como evidencia la creación en el 1993 de la fracasada, Comisión de Seguridad con cuatro de estas agencias y un comisionado. El DSP ahora pretende funcionar con tres agencias adicionales, incluyendo los cuatros que ya habían fracasado,” Ojos que no ven, corazón que no siente”, como decía mi abuelo. Llegó el huracán Irma como simulacro al ya mencionado huracán María, demostrando un manejo de emergencias deficiente y falto de la experiencia de un Plan Estatal de Emergencias con sus componentes y anejos. Y lamentablemente, luego el huracán María, evidenciando que desde el primer día sería un huracán sin precedentes alguno, sabíamos que teníamos la razón. ¿Ahora qué?, Qué vamos hacer?, ¿VAMOS EVALUAR TODO…, ¿Quiénes fallaron, como enmendamos y presentamos nuevamente la Ley 211? Vamos a proceder luego de lograr la cotidianidad de nuestra patria. Ahora no, pero en su momento, debemos fijar responsabilidades y activar la mitigación, la resistencia, el plan doméstico y escolar en Puerto Rico, como se hizo en Katrina y Harvey contra todos los negligentes.
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