LA VERNIA, Texas, EE.UU. (AP) — Cuando las balas cruzaron la Primera Iglesia Bautista en Sutherland Springs, cobraron las vidas de ocho niños y adolescentes, entre las más de 20 personas que fueron asesinadas.
Fue la mayor cantidad de menores de edad que perecen en un tiroteo masivo en Estados Unidos desde que 20 murieron en la escuela primaria Sandy Hook en 2012.
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Al igual que esa masacre en Newtown, Connecticut, el hecho de que el agresor haya asesinado a niños indefensos aumentó el tormento. Las escuelas cercanas rápidamente contrataron a especialistas en duelo.
Una pareja que sobrevivió al ataque, Rosanne Solis y Joaquin Ramirez, dice que el hombre armado, Devin Patrick Kelley, avanzó pasillo por pasillo entre las bancas y le disparó a quemarropa a bebés que lloraban.
Entre los muertos están la hija de 14 años del pastor de la iglesia y el bebé nonato de una embarazada que murió baleada.