RICHMOND, Va. — Votantes en Nueva Jersey y Virginia eligen a nuevos gobernadores en contiendas que podrían ser un referéndum sobre el presidente Donald Trump.
En Virginia, la mayoría de los sondeos muestran una pelea cerrada entre el republicano Ed Gillespie y el vicegobernador demócrata Ralph Norman. Nueva Jersey elegirá un sucesor para el impopular gobernador Chris Christie entre el demócrata Phil Murphy y la vicegobernadora republicana Kim Guadagno. Murphy lleva una amplia ventaja en las encuestas.
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Ambos partidos buscan ganar impulso para las elecciones legislativas del año próximo. Los demócratas no han ganado una sola de las elecciones especiales para el Congreso este año y el próximo gobernador de Virginia tendrá una gran influencia en la nueva ronda de rediseño de distritos electorales en el estado. Los republicanos, en tanto, buscan noticias positivas, con el partido enfrascado en disputas internas entre Trump y líderes en el Congreso.
La contienda en Virginia ha sido una campaña enconada que observadores políticos dicen ha tenido mayor carga racial que comicios previos. Grupos externos en ambas partes han gastado millones de dólares para influir el resultado y enlistado la ayuda de figuras de alto nivel, como el ex presidente Barack Obama y el vicepresidente Mike Pence.
Gillespie ha mantenido a Trump a distancia, pero trató de entusiasmar a los partidarios del presidente con anuncios sobre inmigración y las estatuas confederadas. El ex cabildero y expresidente del Comité Nacional Republicano ha sido criticado por los demócratas y por algunos conservadores por una campaña que dicen tuvo tintes raciales.
A su vez, Northam, veterano del ejército y neurólogo, ha asociado a Gillespie con los supremacistas blancos que marcharon en Charlottesville en respaldo de los monumentos confederados.
Los dos rivales difieren en asuntos como impuestos, armas de fuego, aborto y otros. Gillespie respalda un recorte en el impuesto estatal sobre la renta, menos control de armas y más restricciones al aborto. Northam dijo que quiere una reforma fiscal que beneficie a los residentes de bajos ingresos, apoya mayores restricciones sobre las armas de fuego y el derecho al aborto.
En Nueva Jersey, Murphy, financista y exembajador en Alemania durante la presidencia de Obama, ha prometido enfrentar la influencia de Trump en el estado, y promete una agenda liberal que incluye respaldo al incremento del salario mínimo a 15 dólares por hora, elevar impuestos sobre los millonarios, aumentar los fondos para la educación y legalizar la marihuana.
