Para cualquier persona es aterrador experimentar un evento catastrófico, imagine la desolación para una persona con impedimento.
“No es fácil para las personas con impedimentos. Todo siempre es más difícil para una persona con limitaciones. En el caso de las personas no videntes es bien cuesta arriba. El ruido que María hizo fue increíble. Nunca pensé tener una experiencia tan grande con este evento atmosférico”, describió a Metro Néstor Alonso Vega, presidente de la Comisión de Comisión de Turismo y Bienestar Social, quien es no vidente.
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“Mi casa se me llenó de agua y tuve que irme a un segundo piso para poder estar en un área segura. Yo vivo solo pero tengo la dicha que tengo unos vecinos que me dieron la mano. Pero hay mucha gente con impedimentos que pasaron situaciones bien difíciles”, explicó tras el paso del huracán María por la isla.
El representante compartió que por esta razón va a estar trabajando distintos planes de emergencia enfocados en las personas con impedimentos.
En ese sentido reconoció la importancia de tener “planes adecuados para las personas como yo, planes de desalojo y cómo tratar a estas personas con sensibilidad en un momento de crisis para que ellos también estén a salvo”.
“María nos dejó mucho trabajo para ayudar a las personas con impedimentos”, consideró.
En caso de emergencia, recomendó a las personas no videntes a mantenerse en un lugar que conozca para que pueda movilizarse sin el uso del bastón o perro guía.
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“Nosotros nos orientamos por los pasos y por el sonido. Pero para el ciego es bien importante la memoria y el instinto de la movilidad. Estas dos cosas nos ayudan a movernos”, compartió.
De acuerdo al funcionario, en Puerto Rico hay 800 mil personas con distintos tipos de impedimentos.