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Francia y Gran Bretaña prometen ayuda para Caribe tras Irma

Algunas de las islas afectadas, que dependen del turismo, pasaron días sin electricidad, abastecimiento de alimentos o agua y han llegado al borde de la anarquía

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MARIGOT, San Martín (AP) — Tras ver la devastación que dejó Irma, líderes de Francia y Gran Bretaña prometieron incrementar la ayuda de emergencia y a largo plazo para sus islas caribeñas azotadas por el huracán.

El secretario británico de Exteriores, Boris Johnson, dijo el miércoles que Gran Bretaña debe de actuar rápidamente para brindar ayuda, mientras que la primera ministra Theresa May dijo al Parlamento que otros 33 millones de dólares (25 millones de euros) estarían disponibles, aparte de los 32 millones ya prometidos.

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“Esto va a ser un trabajo muy, muy, muy grande”, dijo Johnson mientras recorría cuartos dañados por el agua en un hospital de la isla de Anguilla. Dijo que Gran Bretaña necesita “apresurarse” para que las cosas vuelvan a la normalidad.

El presidente francés Emmanuel Macron, evaluando los daños en las islas de San Martín y San Bartolomé, dijo que el trabajo de reconstrucción se enfocaría en modernas estructuras residenciales diseñadas para aguantar tormentas gigantes.

Líderes furiosos han rechazado a quienes dicen que las expotencias coloniales no han actuado con suficiente rapidez como para ayudar a sus ciudadanos en sus islas caribeñas luego que Irma dañó miles de casas, negocios e instalaciones públicas.

Algunas de las islas afectadas, que dependen del turismo, pasaron días sin electricidad, abastecimiento de alimentos o agua y han llegado al borde de la anarquía.

La seguridad en las Islas Vírgenes Británicas fue exacerbada por la fuga de más de 100 reos de una prisión “afectada” por Irma. Las autoridades británicas calificaron la situación de “muy grave”, pero no dieron más detalles.

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Soldados y policías británicos están ayudando a mantener el orden, y se prevé que llegarán más efectivos.

El miércoles, Macron evaluó los daños en San Bartolomé tras pasar la noche en una camilla de campamento en San Martín, que resultó particularmente castigada.

Macron prometió reconstruir San Martín como una “isla modelo” que sería un “ejemplo de la excelencia francesa” y tomaría medidas para diversificar su economía para que sea menos dependiente del turismo.

“No quiero reconstruir San Martín a como estaba”, dijo. “Hemos visto muchas viviendas de construcción precaria, con infraestructura frágil. La geografía de las viviendas no estaba adaptada a los riesgos”.

El presidente francés estuvo acompañado de su ministro de Sanidad, quien advirtió sobre la posibilidad de que la falta de agua, electricidad y alimentos provoque enfermedades.

En respuesta a las críticas de que su gobierno no hizo lo suficiente para gestionar la crisis, Macron también prometió evacuar a los residentes de sus islas y dar servicios y alojamiento a los que elijan quedarse.

“Lo que hemos visto hoy es gente decidida a reconstruir y regresar a su vida”, señaló Macron el martes. “Están impacientes por recibir respuestas y algunos están muy, muy enojados. El enfado es legítimo porque es el resultado del temor que han enfrentado y de estar muy cansados. Es verdad que algunos quieren marcharse, y les ayudaremos”.

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