La fiscal federal, Rosa Emilia Rodríguez Vélez informó el viernes, que un gran jurado federal en el Distrito de Puerto Rico emitió una acusación formal contra cuatro acusados de conspiración para interferir con el comercio por robo, blandiendo armas de fuego durante y en relación con un delito de violencia, y conspiración para poseer con intención de distribuir sustancias controladas.
“Los oficiales de Policía que usaron sus placas para cometer actos delictivos caso omiso de su juramento de proteger y promover el estado de derecho. Estos acusados actuaron como los mismos traficantes de droga que se suponía debían detener e investigar, y eligieron a convertirse en delincuentes. La Oficina del Procurador Federal seguirá enjuiciando enérgicamente a las personas que abusan de su poder para cometer delitos federales”, dijo Rodríguez Vélez en declaraciones escritas.
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La acusación alega que alrededor del 6 de septiembre de 2013, en el Distrito de Puerto Rico a los demandados Manuel Grego López, José López Sierra, y Christian Valles Collazo, exagentes de Policía y el oficial de Policía Alex Candelaria Jurado hicieron a sabiendas e intencionalmente, combinar, conspiran, y estar de acuerdo unos con otros y con diversas otras personas conocidas y desconocidas al Gran Jurado, para cometer un delito contra los Estados Unidos, es decir, el robo. Los acusados robaron más de cinco kilogramos de cocaína de un individuo en presencia de su familia.
Explicó que, supuestamente, los acusados utilizaron un vehículo oficial y un vehículo sin placas para cometer el robo. También utilizaron sus armas de fuego de servicio y representaron una orden de búsqueda y actuaron de manera oficial con el fin de obtener el control sobre las víctimas. Posteriormente, los acusados vendieron la cocaína que habían robado para obtener ganancias financieras personales.
“El FBI seguirá dedicando importantes recursos para garantizar que cualquier agente de la autoridad que viole su juramento y deshonra a su insignia será detenido y tratado como los criminales que se han convertido. Junto con nuestros compañeros en la oficina del fiscal de Estados Unidos y de Puerto Rico Departamento de Policía, se hará todo lo que esté a nuestro alcance para proteger la orgullosa historia de este departamento, y en honor a la larga lista de hombres y mujeres que han dedicado sus vidas al servicio del pueblo de Puerto Rico”, dijo por su parte, Douglas Leff, director del FBI.
Los fiscales adjuntos Víctor Acevedo Hernández y Max Pérez Bouret están a cargo del procesamiento del caso.
Si es declarado culpable de los acusados se enfrentan a una pena mínima de 17 años y hasta cadena perpetua.