La biografía artística y personal de Salvador Dalí toma otro giro extraño el jueves con la exhumación de sus restos embalsamados con el fin de tomar muestras genéticas que puedan determinar si uno de los padres fundadores del surrealismo tuvo una hija hace décadas.
Pilar Abel, una mujer de 61 años que leía cartas de tarot por televisión, alega que su madre tuvo un romance con Dalí mientras trabajaba como empleada doméstica en el pueblo de Figueres, al norte de España, donde el artista nació y a donde había regresado con su esposa rusa, Gala.
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Tras dos décadas de batallas judiciales, un juez en Madrid aprobó el mes pasado la realización de una prueba de ADN para determinar si los alegatos de Abel son ciertos.
“Primero asombrada, muy contenta, y que se haga justicia de una vez”, Abel dijo a The Associated Press entonces, agregando que su deseo de honrar la memoria de su madre, y no el dinero, fue lo que la motivó a presentar la demanda de paternidad. “He luchado mucho tiempo, creo que tengo derecho a saber la verdad”.
Su abogado, Enrique Blánquez, dijo que una victoria judicial para Abel le daría la oportunidad de buscar una cuarta parte del patrimonio de Dalí en otras demandas, de acuerdo con las leyes regionales de sucesión en Cataluña.
Dali y su esposa no tuvieron hijos aunque Gala, cuyo nombre de nacimiento era Elena Ivanovna Diakonova y quien murió siete años antes que el pintor, tuvo una hija de un matrimonio previo con el poeta francés Paul Éluard.
Dalí, fallecido en 1989 a los 84 años, le dejó sus bienes al estado español. Su cuerpo fue sepultado en el teatro local de su pueblo, que había sido reconstruido para honrar al artista en la década de 1960. El edificio alberga ahora el Teatro-Museo Dalí.
Con el cierre de las puertas al público el jueves, expertos forenses retirarán una losa de 1,5 toneladas por primera vez en 27 años y evaluarán el estado de los restos de Dalí para ver si puede obtenerse el material genético.
Queda por ver si los químicos usados para preservar el cuerpo del artista han dañado su información genética, según indicó Narcis Bardalet, el experto forense que embalsamó a Dalí.
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Funcionarios de Cataluña dijeron que dos forenses a cargo de la exhumación serán extremadamente cautelosos con el manejo de los restos de Dalí por respeto y para evitar cualquier contaminación de las muestras. El plan incluye retirar cuatro dientes, algunas uñas y la médula de un hueso largo solo si el estado del cuerpo lo permite.
El proceso podría tomar hasta 11 horas, dijo el Departamento de Justicia regional, y las muestras serían enviadas a un laboratorio forense en Madrid, donde su análisis podría tomar semanas.
La fundación pública que administra el patrimonio de Dalí no logró detener la exhumación pero convenció a la juez de que la programara fuera del horario de visitas del museo. Se han tomado medidas adicionales para evitar que se difundan imágenes del proceso, incluso cubriendo con carpas la cúpula de vidrio que corona el museo para evitar fotos o videos tomadas desde drones.
La demanda de paternidad de Dalí fue un tema de discusión el jueves en la cola de los visitantes al museo.
“La supuesta hija tiene derecho a saber quién es su padre”, dijo Miguel Naranjo, de 33 años. “Pero creo que pasado tanto tiempo es un poco surrealista que tengan que andar sacando el cuerpo”.