El osito Winnie the Pooh parece molestar al régimen chino. No se sabe muy bien si es por su oronda barriga o su extremada afición por la miel, pero esta semana acabó siendo censurado en las redes sociales del país temporalmente y desde entonces se ha convertido en un símbolo más de la disidencia.
Todo comenzó en 2013, cuando el presidente chino, Xi Jinping, realizaba su primera visita a Estados Unidos como jefe de Estado y allí, paseando junto a su entonces homólogo estadounidense, Barack Obama, comenzó a hacerse viral un “meme” o caricatura de ambos, comparándoles con Winnie the Pooh y su inseparable amigo Tiger.