Un parque estatal en Florida empieza a parecerse al planeta de los simios: manadas de macacos Rhesus, una especie no nativa, han ocupado las márgenes de un río preferido por excursionistas y practicantes de kayak.
Las autoridades han cerrado dos zonas de paseos en el parque Silver Springs debido a las interacciones indeseadas de los monos con los visitantes. Se han cerrado los accesos a una plataforma panorámica y una rambla porque los primates las han copado.
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Matt Mitchell, director adjunto de los parques estatales, dijo que los agentes recorren diariamente distintas zonas para comprobar si hubo actividad de los animales.
“El personal del parque puede cerrar ciertas zonas si aparecen monos”, dijo en un mensaje por email. “El personal también responde a denuncias del público cuando advierte la presencia de los monos”.
Los investigadores calculan que hay entre 150 y 200 macacos Rhesus en el parque y una cantidad desconocida afuera.
Los guardabosques advierten a la gente que no ofrezca alimentos a los monos y están incrementando las patrullas en los lugares donde hay altas probabilidades de interacción.
Los monos fueron introducidos en la zona en los años de 1930 por un operador turístico llamado Colonel Tooey. Soltó seis macacos en una isla del río Silver a la que llamó la Isla de los Monos para atraer turistas.
“Creyó que se quedarían en la isla”, dijo Eben Kirksey, un nativo de Florida y profesor de materias ambientales en la Universidad de New South Wales en Sydney, Australia. “Pero son buenos nadadores”.